La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planea cancelar dos parques eólicos marinos en Massachusetts (EE.UU.) de una filial de Iberdrola en el país, según el Departamento de Interior y Justicia de Estados Unidos.
El Departamento de Justicia estaría preparándose para revocar los permisos otorgados por la Administración del expresidente Joe Biden a Avangrid, subsidiaria de la empresa en el país.
El proyecto, conocido como New England Wind 1 y 2, iba a ser instalado frente a las costas de estado de Massachusetts, al noreste del país, y estaba previsto que abasteciera a unas 400.000 viviendas.
Este es un nuevo ataque de la cruzada de la Administración de EE.UU. contra las energías limpias.
El pasado viernes retiraron 679 millones de dólares en fondos federales para doce proyectos eólicos marítimos.
El mayor de ellos, llamado Humboldt Bay Offshore Wind, iba a estar situado en el norte de California y estaba presupuestado en 427 millones de dólares.
Unos días antes, el Gobierno ordenó también suspender la construcción de un parque eólico frente a la costa de Rhode Island completado en un 70 % y aprobado por el Gobierno de Biden, argumentando que debía ser revisado por "intereses de seguridad nacional".
En su última reunión de gabinete, celebrada el 26 de agosto, el mandatario aseguró que no permitirá "la construcción de ningún molino de viento" por ser poco estéticos y supuestamente tener un gran impacto ambiental, mientras que defendió el carbón y la energía nuclear.
El proyecto iba a crear miles de empleos
Según explicó Avangrid en un comunicado cuando se le adjudicó la licitación, el proyecto iba a crear miles de empleos en la zona.
"Reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero, equivalente a retirar 300.000 automóviles de gasolina cada año. El proyecto creará más de 4.400 empleos a tiempo completo y traerá 3.000 millones de dólares en inversión local", apuntó la compañía.
Los analistas minimizan el impacto de la revocación
La posible revocación de permisos federales para los proyectos New England Wind 1 y 2 en EE.UU. no parece haber generado preocupación entre los analistas financieros. La banca de inversión coincide en que el impacto para Iberdrola sería mínimo, tanto desde el punto de vista financiero como estratégico.
Así, JP Morgan considera que "era cuestión de tiempo" que apareciera esta información y subraya que "si estos proyectos pierden sus permisos, el impacto en Iberdrola sería realmente pequeño".
La entidad recuerda que los anteriores PPA (contratos a largo plazo y a precio fijo, por sus siglas en inglés) fueron rescindidos por falta de viabilidad económica, lo que ya generó penalizaciones, pero actualmente "ni siquiera hay un PPA firmado para los 804 MW de New England Wind 1 y no hay adjudicación para New England Wind 2, por lo que el coste en efectivo para Iberdrola sería cercano a cero".
De su lado, Morgan Stanley también resta importancia a la noticia: "No esperaría implicaciones financieras materiales para Iberdrola debido a cualquier retraso", destacando que los proyectos estaban en fase pre-FID y que ya se había anticipado un retraso significativo en su entrada en operación.
Por su parte, RBC, Caixabank, Kepler Cheuvreux y Sabadell coinciden en que la construcción no ha comenzado y que los activos no forman parte del plan estratégico vigente. A este respecto, Caixabank añade que Iberdrola conserva los arrendamientos del lecho marino, lo que "equivale a una opción de compra para reactivar los proyectos bajo una nueva administración".