No deja de ser un tópico hablar de cambio de ciclo o de nueva etapa cuando un entrenador llega al banquillo de un equipo. Cuando las cosas han ido mal, se entiende que se busque el punto y aparte; pero con el rumbo bien sostenido, no debería haber volantazos. Por eso, en el caso de Osasuna, más que un cambio de ciclo lo que se quiere es insistir en este periodo exitoso que se viene traduciendo en continuar en Primera División y, después, que la ambición y la mejoría permitan llegar a metas mayores. No es un secreto, pero considerar que a cada curso una decena de equipos de la Liga pelea por la permanencia y que un descuido puede mandarte para el otro barrio y provocar la hecatombe –la Segunda y sus cosas–, tampoco está de más recordar.

La pasada temporada a Osasuna se le acumulaban los papeles encima de la mesa porque tenía por delante un curso endiablado, con trabajo extra y escenarios añadidos como, además de esfuerzo y minutos en muchos frentes, despistarse bastante. Pero demasiado pronto comenzaron a ponerse las cosas en su sitio. La Liga Conferencia fue un bonito sueño de agosto que duró dos partidos y la Supercopa, lo previsto, una exótica aventura en el mes de enero. La Copa no resultó el enganche que se deseaba –a lo bueno es fácil acostumbrarse– y la Liga, a pesar de ser a veces de difícil digestión, el asunto más grave, fue solventada con suficiencia. No se tembló a la hora de lograr el objetivo e incluso hubo algún momento de enganche a pelear por la séptima plaza, pero no alcanzó. Soñar un par de jornadas no estuvo mal.

El curso que empieza no tiene las tareas del pasado pero no por ello se aligera la exigencia. Finalista en la Copa hace un par de cursos, la competición del ko se ha colado en la lista de deseos del aficionado rojillo, también del resto del osasunismo, entidad y jugadores.

La Liga se presenta como siempre como el bien más ansiado de la nueva temporada, con los grados de ambición que se le quieran poner o con el horizonte deportivo que vaya pintando el rendimiento del grupo.

LA COPA, ESE JUGUETE

Comienza en octubre. La Copa del Rey va a comenzar el próximo 30 de octubre con la primera ronda, la segunda ronda se disputará el 4 de diciembre y los dieciseisavos serán el 5 de enero de 2025. Los cuartos de final se jugarán el 5 de febrero de 2025. La ida de semifinales será el 26 de febrero y la vuelta será el 2 de abril. La final está fijada para el 26 de abril de 2025 en el Estadio de La Cartuja. La Copa incide en la dinámica de los equipos que sienten su llegada como un acicate o como un agobio según las circunstancias. Para el aficionado, cuando le toca en casa, no deja de ser una delicia.

El repaso de los objetivos generales de la nueva temporada no deja lugar a dudas, como también está claro que con el cambio de entrenador se inicia un nuevo proyecto porque habrá peculiaridades y decisiones distintas. Vicente Moreno llega tras una larga estancia de Jagoba Arrasate en el banquillo de Osasuna, con todo lo que ello supone. El relevo de técnico se presenta como la novedad principal dentro de una plantilla en la que no ha habido movimientos importantes más allá de la salida a Catar de David García. Ahora que el central de Ibero no está probablemente se vea la verdadera dimensión del futbolista, un jugador que ha ofrecido una progresión espectacular en los últimos años y que la mala fortuna –se lesionó cuando la lista para la Eurocopa se estaba cociendo– le ha apartado de una experiencia deportiva gratificante y que también hubiese sido beneficiosa para el club.

Osasuna tiene un grupo compacto –por el momento han llegado como fichajes Bryan Zaragoza y Abel Bretones–, con futbolistas que llevan mucho tiempo trabajando juntos, con experiencia también en Primera y que deberán demostrar que tienen madurez para afrontar con naturalidad el cambio en el timón, los nuevos aires. El rendimiento de esta plantilla no ofrece dudas, ha competido por encima de las expectativas en algunos momentos y la solidez de la plantilla es un argumento de peso porque también se ha visto en situaciones comprometidas –muchos partidos sin ganar– en tiempos de Jagoba. En manos del entrenador queda que haya activación y competencia de todo el personal para que se beneficie el equipo.

La Liga empieza con dos partidos seguidos en El Sadar, frente a Leganés y Mallorca, y son dos citas que pueden marcar el devenir en el primer mes de competición. Además de la permanencia, el idilio con la afición es un asunto que va a importar porque Osasuna viene de vivir años fantásticos alrededor de los suyos y mantener ese clima excelente ayuda.

LOS DATOS

Nuevo entrenador. La llegada de Vicente Moreno en lugar de Jagoba Arrasate, tras seis campañas, es la principal novedad de la plantilla para esta nueva temporada.

Casi la misma plantilla. El traspaso de David García al Al-Rayyan de Catar ha sido el movimiento más importante de la plantilla. Por el momento, además de los cedidos, Osasuna ha incorporado al lateral izquierdo del Oviedo Abel Bretones y al delantero Bryan Zaragoza. Se busca un central.

Inicio en casa. Osasuna comienza la temporada con dos encuentros seguidos en El Sadar frente al Leganés y el Mallorca. Arrasate hará su primera visita como técnico balear a Pamplona. l A por la sexta seguida. Osasuna afronta su sexta temporada consecutiva en Primera desde el ascenso en la campaña 2018-19. El conjunto rojillo ha logrado siempre la permanencia de forma holgada e incluso jugó la Liga Conferencia.