Aston Martin ya ha puesto en marcha la maquinaria de fabricación de ilusiones para la próxima temporada. Un año 2026 en el que se introducirán cambios en el reglamento para abrir una nueva etapa en la Fórmula 1. La filosofía de la escudería según su CEO, Andy Cowell, es apuntar alto, por encima incluso de las posibilidades, para gracias a esa ambición poder obtener mejores resultados. Este es el ambiente que rodea a Fernando Alonso, que en su día optó por la fábrica británica pensando en ese anhelado 2026. Una estrategia que es un arma de doble filo, porque si coge altura la caída puede ser drástica si se vive alejado de los objetivos.

“El objetivo”, dice Cowell sin reparos, “es ganar varios campeonatos consecutivos”. Ante semejante optimismo, desde Maaden, uno de los patrocinadores del equipo que realizó la entrevista, se le pregunta si realmente considera que ocurrirá. “Sí, sucederá”, respondió con rotundidad el director de Aston Martin.

“Ganar varios campeonatos consecutivos. Eso es lo que nos esforzamos en hacer. Y sí, lo conseguiremos. En realidad, lo que estamos hablando aquí es de cómo se puede descubrir la grandeza en esta organización, de trabajo en equipo. Es un negocio de ingeniería, trabajar en equipo, por el bien de ese coche de carreras”, explicó Cowell.

Imagen del box de Aston Martin durante el Gran Premio de México. Europa Press

Una "cultura ganadora"

El responsable de Aston Martin dijo que quiere presentar al equipo como “una cultura que quiere ganar”. “Es un grupo de personas entusiasmadas con eso y en aprender cuáles son los pasos para pasar de la situación actual a una situación en la que podamos luchar con confianza en primera línea, ganar carreras y ganar campeonatos. Se trata de cómo mejorar desde la cabeza. Y ahí es donde se complica realmente. Ahí es donde te conviertes en pionero”, manifestó emitiendo mensajes de optimismo y ánimo.

Aunque cierto es que su mensaje presentó puntos contradictorios, como el que se puede observar al ahondar en esa filosofía ganadora. “No prometas más de lo que puedes cumplir y asegúrate de que tengamos un único objetivo: el coche de carreras, todo se reduce al coche de carreras. Entonces, ¿qué vamos a hacer todos por el coche de carreras? Establecer metas muy, muy ambiciosas, establecer metas que todo el mundo considere imposibles, pero luego hacerlas posibles. Y eso es trabajo en equipo, la visión de llegar a la cima y luego mantenerse en ella, establecer esos objetivos difíciles”, comentó.

Su misión, desde luego, es motivar al personal, un grupo conformado por personas acostumbradas al éxito, como Adrian Newey, Fernando Alonso o la fábrica Honda, que suministrará los propulsores la próxima temporada. Además, la escudería cuenta con la fabricación del túnel del viento más novedoso.

La figura de Adrian Newey, sobre quien se deposita la esperanza

Precisamente sobre Adrian Newey se detuvo a hablar, puesto que su currículo le presenta como uno de los ingenieros más laureados de la Fórmula 1. “Tiene un historial impresionante, pero su atención al detalle y su entusiasmo por seguir adelante son sencillamente alucinantes, ha impulsado a toda la organización. Es un ingeniero al 110 %. No le interesa ir a reuniones para hablar sobre la organización del negocio, lo único que hace es pasar el día mirando los detalles del coche de carreras. Creo que él analiza el coche en su conjunto”, expresó Cowell.

El CEO se deshizo en halagos hacia probablemente la persona más relevante del proyecto debido a su influencia en todas las áreas del desarrollo del monoplaza. “No es sólo un especialista en aerodinámica, no es solo un especialista en dinámica de vehículos, sino que diseña el coche completo y analiza todos los aspectos, desde el flujo de aire, que es crucial para el rendimiento, hasta la facilidad de mantenimiento del coche”, añadió.

Adrian Newey, director técnico de Aston Martin, tomando anotaciones. Europa Press

Una presencia motivadora

Newey recaló en Aston Martin después de diseñar en Red Bull algunos de los coches más dominadores de la historia de la competición, aunque también logró títulos con McLaren y Williams. “Se fija en los pequeños detalles para mejorar el rendimiento aerodinámico, pero también comprende todos los aspectos de un fin de semana de carrera y cómo conseguir puntos para el campeonato. No es una sorpresa que una figura como la suya sirve de impulso al equipo. Sus conocimientos son suficientes para motivar a la fábrica y los demás trabajadores lo saben”, prosiguió.

Cowell por otro lado admitió que la intensidad del trabajo está siendo la tónica desde hace tiempo. “Ahora Adrian está poniendo la vida muy difícil a los ingenieros, para rehacer algunas de las estructuras mecánicas, reducir el peso del coche, meter todo en el espacio increíblemente reducido que queda dentro del coche de carreras una vez que lo ha encajado todo”, concluyó.

Desde luego, en Aston Martin se destila positivismo. Se trabaja mejor con un buen estado de ánimo, desde luego. Pero la prudencia también es una virtud en una situación de incertidumbre como la que se presenta en 2026, donde cada fábrica pondrá en pista diferentes líneas de desarrollo que se medirán para demostrar cuál es el proyecto más acertado. La crítica permanecerá al acecho ante afirmaciones como las de Cowell para saltar en cuanto Aston Martin incumpla con la palabra de presentar un coche campeón.