El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, José María Aierdi, abrió su intervención agradeciendo “las ganas de abordar el espinoso debate de la emergencia climática”, un reto que, dijo, “requiere confirmar datos, contrastar ideas y ofrecer nuevas respuestas”. Subrayó que, aunque las administraciones han puesto en marcha numerosas iniciativas, la crisis climática “compromete también a empresas, agentes sociales, al ámbito científico y a la ciudadanía”.

Aierdi evocó a Jane Goodall, fallecida el 1 de octubre, recordando su pregunta: “¿Cómo es posible que la especie con la mayor capacidad intelectual de la historia esté destruyendo su único hogar?”. Para el consejero, esa reflexión resume la necesidad de “aprender a adaptarse ante el escenario de emergencia climática”.

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Fotos del Foro Hiria: "Respuestas audaces ante la emergencia climática" Javier Bergasa

Calificó la crisis climática como “una oportunidad para transformar nuestro tejido productivo, nuestros hábitos sociales y nuestra cultura”. Afirmó que los efectos del calentamiento global “son evidentes, medidos y palpables” y defendió que, aunque el fenómeno sea global, “no debe ser excusa para no pensar y actuar en clave local”. Destacó los avances de Navarra en la última década: la Ley Foral de Cambio Climático de 2022, la creación de la Oficina de Cambio Climático, la primera Asamblea Ciudadana del Clima, los pactos locales —con 226 municipios adheridos— o el proyecto LIFE NAdapta, la primera iniciativa integrada de adaptación al cambio climático que se desarrolla en una región europea. Concluyó apelando a pasar “de la preocupación a la acción”, afrontando la emergencia “no como una amenaza, sino como una oportunidad para cambiar las cosas. Para transformar el sistema energético, la producción de alimentos y nuestras ciudades, hacia territorios vivos y más habitables”.