Mikel Zufiaurre Estévez (Altsasu, 2007) volvió hace unos días de Tordesillas con la medalla de oro del Campeonato de España de TREC, acrónimo de Técnicas de Rutas Ecuestres de Competición. Se trata de una disciplina que combina tres pruebas. Además, antes y durante estos, se realizan diferentes controles veterinarios al caballo para ver su estado de salud, que de no ser satisfactorio, queda eliminado.

La primera es la orientación. Para ello, el jinete debe copiar un plano de una ruta y con la ayuda de una brújula, debe llegar a los diferentes controles sobre un trazado establecido. La segunda es PAR, prueba de maestría de aires, una especie de paseíllo sobre una pasarela de unos 150 metros. A la ida debe ir al paso, cuanto más rápido más puntos, y la vuelta al galope pero lento. Y es que gana el que consigue un tiempo más largo. “Es una prueba en la que es fundamental la destreza del jinete, paso rápido y galope corto, impidiendo en ambos casos ir al trote”, apunta este joven. La tercera prueba es PTV, una prueba variada con una serie de obstáculos, como puertas, saltos o escaleras. Asimismo, debe entrar en un círculo, bajar del caballo y dejarlo quieto en el centro con el jinete fuera.

 “Empecé con orientación, por el contacto con la naturaleza y con el caballo”, recuerda. Lo cierto es que ya el pasado año fue el mejor en esta prueba en el Campeonato de España, donde se colgó la medalla de bronce en categoría junior. Así, fue seleccionado para el Campeonato Mundial de TREC que se disputó en agosto en Francia. “La experiencia fue muy buena, tanto por el ambiente en la selección como por ver de cerca a los mejores jinetes del planeta”, recuerda. Fue un intensivo de 15 días, primero una semana de preparación con la selección en Ávila y otra en Lamotte, cerca de Orleans, sede de los últimos mundiales, que se celebran cada 4 años, entre los Juegos Olímpicos. Al respecto, este jinete apunta que se ha solicitado que el TREC sea disciplina olímpica. 

Mikel Zufiaurre con Mairu en el Campeonato del Mundo celebrado el pasado año en Francia Cedida

Todos los años se celebra el Campeonato de Europa. Si bien todavía no se ha elaborado la lista, confía en formar parte de la selección que competirá a principios de septiembre en Riocabado, Ávila. Y es que es el único jinete que ha obtenido tres veces la clasificación cumpliendo los requisitos mínimos establecidos. 

Entrenamientos cinco días a la semana

Estar entre los mejores de su categoría se consigue con constancia, a base de trabajar con su yegua, Mairu de Legorreta, un ejemplar que adquirió la familia hace tres años y con la que ha conseguido ser un binomio casi perfecto. “Cuando la compramos estaba sin domar. Es tranquila pero le gusta correr. Con el tiempo se ha ido tranquilizando”, apunta. Al respecto, señala que comparte su pasión por la hípica con su hermana Lavi, que también ha logrado en su doma.

Los entrenamientos son cinco días a la semana en Alberana, una hípica de Vitoria, tres horas como mínimo, mucha dedicación que debe compatibilizar con sus estudios el curso y estas vacaciones, ayudando en la lavandería de su padre, Garbilavi, uno de sus patrocinadores junto al Grupo Montearatz. “Un día hacemos trabajo físico, a galope, para que Mairu coja fondo. Otros dos días son de doma, que es la base de la hípica, sobre todo de cara a la PAR. Otro día es orientación y el quinto de PTV. Hay que trabajar mucho con el caballo”, resume.

Se suele decir que sarna con gusto no pica. Lo cierto es que Mikel Zufiaurre no se queja de tanto trajín, ni tampoco su padre, Fermín, que se encarga de traerle y llevarle hasta la hípica. Todavía sin cumplir 16 años, Mikel Zufiaurre quiere enfocar su futuro hacia la hípica. “Quiero aprender de los grandes y ser profesional de la hípica, conocer otros países”, apunta.

Mientras tanto, sigue preparándose. “Con 16 años puedo estar en dos categorías, junior, de 14 a 18 años, o joven jinete, de 16 a 21 años. Cuando los cumpla quiero pasar de categoría”, observa. Así, tendrá más competencia y tal vez los resultados sean peores, pero Mikel Zufiaurre quiere crecer como jinete.  

Asimismo, le gustan los saltos. Lo cierto es que quedó campeón de Navarra de salto en Juegos Deportivos. Además, este pasado fin de semana se estrenó en Concurso Completo, que incluye doma, salto y cross. Y es que participó en el Campeonato de Euskadi celebrado en Amorebieta. Compitió con otra yegua, Bula. “Ha sido una experiencia muy buena. En la doma me salió muy bien y quedé en buena posición, por encima de grandes binomios que llevan años trabajando juntos. Era el cuarto día que montaba a Bula, que es una gran yegua, pero evidentemente no pude tocar todos sus botones por falta de adaptación. En el salto tuve un pequeño fallo y tiré un palo que me privó de subir al pódium final”, lamenta. El cross lo defendió haciendo un cero, es decir, sin ningún fallo y perfecto en tiempo, estilo y precisión.