pamplona. Seis puntos en 14 partidos. Tres meses de agonía. Por fin el Itaroa Huarte se agarró a la rama que frena su caída libre y le permite echar pie en tierra firme. Aunque todavía sean arenas movedizas, debido a que no se va a saber hasta final de temporada cuántos equipos descienden (depende de si baja algún navarro de Segunda B).
La cuestión es que el Huarte volvió a ganar tras 14 jornadas sin hacerlo. Un dato tan sorprendente como celebrado. Porque lo hizo, como no podía ser de otra forma, del modo más rocambolesco. Empezó perdiendo 0-2 ante Oberena y, contra pronóstico, terminó ganando 3-2.
Rubén Berrogi transmite la alegría del equipo por el resultado por el que ha suspirado semana tras semana desde el pasado 29 de noviembre. "Fue muy raro, porque nos pusimos 0-2 y en la situación en la que estábamos lo normal hubiera sido perder, porque la cabeza estaba muerta". Pero la reacción del equipo fue clave. El técnico movió su ficha táctica al cambiar a un centrocampista por un media punta (entró Álvaro por Remiro y pasó del 4-1-4-1 al 4-4-2) antes de la media hora de juego y los jugadores ejecutaron el resto, al marcar el 1-2 en el minuto 37 y creer en que la remontada era factible. "Ese gol fue clave. En el fútbol lo más importante es la cabeza y tiene mérito que los chavales remontaran el partido".
A Berrogi le tocó seguir el partido desde la grada, al estar sancionado, y hasta de esa circunstancia sacó el sábado conclusiones positivas. "Desde la cabina de arriba se ven las cosas mejor. Se ven fallos en los movimientos, estás más tranquilo... Y hacía llegar los cambios tácticos o de jugadores a través del teléfono".
El que tal vez no repetiría la experiencia sería su ayudante, Carlos Piñar, que a la vez es el fisio del equipo y tuvo que alternar las salidas al campo para atender a los jugadores con las continuas llamadas del teléfono móvil. "Le dimos trabajo, sobre todo en el segundo tiempo, porque después del 3-2 también cambiamos el planteamiento".
falsas expectativas No se esperaba un final así para el Itaroa Huarte. "Al principio se empezó a hablar de nosotros y se generaron expectativas desde fuera del club. Eso nos perjudicó. Además, antes de empezar la temporada nos afectaron lesiones de dos hombres importantes (Aitor y Eloy)".
A partir de ahora el Huarte mira al futuro con optimismo, una vez asumida su situación. "Hemos roto una dinámica negativa y va a suponer un refuerzo de la confianza. Teníamos diez finales y hemos salvado una". A partir de ahora, a los equipos les falta una referencia clara a la hora de situar la distancia con respecto al descenso. "Hay que mirar al cuarto o quinto por la cola por si acaso, pero yo creo que el Promesas no va a bajar y la dinámica del Izarra es buena. Pero queda mucho. 27 puntos. Habrá que estar atento a esos posibles movimientos a falta de cuatro jornadas".