Córdoba - El Córdoba recibirá el próximo sábado al Atlético Osasuna, que vuelve dieciséis años después a El Arcángel, estadio donde estuvo por última vez en la campaña 1999-00 y donde no ha ganado en ninguna de las ocho ocasiones que ha jugado en esta ciudad andaluza.

Ese último enfrentamiento, con victoria local por 2-1, se jugó en octubre de 1999, en la que fue la campaña de la vuelta del Córdoba a Segunda A después de dieciocho años entre Segunda B y Tercera, victoria que llegó con Pepe Escalante como entrenador.

Ese mismo resultado se repitió en su único choque disputado en el torneo de la Copa del Rey, en el curso 1994-95 con los cordobesistas en Segunda B, pero el 3-0 de la vuelta disputada en Pamplona dio el pase a los navarros a la siguiente ronda copera.

El resto de emparejamientos se produjeron entre las décadas de los sesenta y setenta, con uno sólo en Primera División, el de la temporada 1962-63, cuando los cordobesistas entrenados por Roque Olsen se impusieron por 3-0 en el viejo Arcángel con dos goles de Juanín y uno de Miralles en una temporada que acabaría en descenso para los rojillos.

En los otros cinco duelos, todos ya en Segunda A, los cordobeses consiguieron imponerse en tres ocasiones y también se produjeron dos empates, con el 0-0 de la temporada 1977-78 y el 2-2 de la 1973-74.

La mayor goleada blanquiverde llegó en la campaña 1972-73, un 4-0 con goles de Escalante, Urbano y dos de Manolín Cuesta de un Córdoba que en ese momento era entrenado por el zamorano José Iglesias.

Las otras dos victorias llegaron en su segundo enfrentamiento histórico, en el ejercicio 1969-70, cuando el Córdoba ganó por 1-0, para cerrar el bloque de victorias en la temporada 1975-76, al imponerse los hombres de Ignacio Eizaguirre por 3-0.

El bagaje global es de seis triunfos locales y dos empates, con un balance goleador de diecisiete tantos a favor del Córdoba y cuatro en contra.

Así pues, Osasuna se enfrenta no solo a un rival sino también a las estadísticas que dicen que al equipo rojillo no se le da bien la ciudad cordobesa. Pero ya saben, dicen que las estadísticas están para romperlas. - Efe