cuando Eleder Goikoetxea se enteró que iba a ser titular, se llevó una sorpresa. Los nervios fueron inevitables. Había jugado ya un par de ratos en Tercera, pero el debut como titular le llegaba con 18 años en el partido más importante de la temporada. El Itaroa Huarte se jugaba buena parte de las opciones de permanencia ante el Baztan, su rival más directo.

Es la filosofía del Huarte esta temporada. Entrenadores de la casa y mirada a la gente de la cantera. Jaime Sánchez y Alberto Artigas conocían a Eleder desde infantiles y fueron coherentes con su apuesta. “Era una situación delicada, pero tú eliges el camino para llegar a la meta. Teníamos claro que vivíamos o moríamos con nuestra idea y por eso decidimos ponerlo de titular”, comenta el entrenador, Jaime Sánchez. “Hizo un buen partido y el gol fue el premio a su trabajo”.

Eleder Goikoetxea (Olaz, 8-8-1997) lo vivió con nervios. “Sólo me queda dar las gracias al entrenador por tener confianza y darme la oportunidad”, comenta. Acumulaba 50 minutos en Tercera como consecuencia de dos partidos en los que había salido en la recta final. En el tercero le tocó salir de inicio, con el ocho a la espalda. “Había entrenado todos los días con ellos esa semana y siempre piensas que puedes ir convocado, pero no veía claro que fuera a jugar. Por eso, cuando me lo dijo el entrenador, me llevé una alegría, aunque en ese momento me puse nervioso. Pero enseguida me tranquilizaron los entrenadores y me dijeron que jugase como sabía, que estuviera suelto”.

Sus compañeros lo arroparon en el campo. “Al principio noté los nervios, pero una vez que me metí en el partido me encontré mejor. Marcamos el primer gol y ya en el segundo tiempo con el segundo llegó la tranquilidad”. Lo firmó él. “Recibí un buen pase de Olaberri y tuve suerte de meterlo. Contento yo y también el equipo”. Y delirio en la grada, donde los aficionados del Huarte celebraban el tanto de un canterano y los más jóvenes, el de su amigo.

El equipo suma ya 38 puntos. “Era importante ganar al Baztan, tal y como estaba la situación. Pero aún nos faltan dos jornadas y todavía no tenemos la permanencia asegurada, así que hay que seguir”. Su equipo, el juvenil, está en mitad de la tabla en Liga Nacional, por lo que han cumplido los objetivos.

No sabe si seguirán contando con él las próximas semanas, pero con lo que ha vivido hasta ahora ya tiene argumentos para estar agradecido. “Los entrenadores me dieron mucha confianza. Como ya me conocen de años atrás, salir al campo no suponía un examen, sino que sabes que ellos ya te conocen y no te van a pedir nada que no puedas hacer. Ya saben lo que puedes dar en el campo”.

consejos en casa Le gusta jugar tanto en el centro del campo como por la banda izquierda, a pesar de ser diestro. Y en el campo es inevitable que le comparen con su padre, Jon Andonio Goikoetxea, que atesora una dilatada trayectoria profesional en Osasuna, Real Sociedad, Barcelona y Athletic, con cuatro Ligas y una Copa de Europa en su etapa blaugrana del Dream Team, además de su experiencia internacional. “Dicen que mi padre era más rápido. Yo sólo lo he visto en vídeos, porque cuando yo nací, él estaba jugando en Japón y después de eso ya se retiró en Osasuna la siguiente temporada. Él me dice que juegue tranquilo y que disfrute con lo que hago”.

Y eso hace, al tiempo que estudia en la Escuela Sanitaria. Empezó a jugar en la ikastola Paz de Ziganda y desde que pasó a fútbol 11 se incorporó a las categorías inferiores del Huarte, donde ha ido subiendo categoría con los chavales de su generación hasta dar el salto en este final de temporada a Tercera. “El club está apostando por la gente de casa y se está confiando mucho en la cantera, algo que los que estamos en las categorías inferiores agradecemos”.