Demasiado castigo para el Tudelano en Lezama

Confirmada la grave lesión de ligamentos de Mikel Yoldi, Oriol Riera solo introdujo un cambio con respecto al equipo que empató con el U.D. Logroñés. Carbonell, por la banda izquierda, entraba por Iván Martínez y, sin pensar en la eliminatoria de Copa, el técnico de Vic salía con todo para ´´seguir sumando e intentar ganar´´ ante el líder. Los de Tudela le disputaron el esférico desde el minuto uno con las líneas muy juntas y con Santigosa y Álvaro García como medios centros que no dejaban respirar ni pensar a los cachorros. Así, las primeras llegadas al área de Padilla serían dos córnes antes del minuto 9 y en ambos el esférico rondó el área pequeña sin encontrar rematador. Aunque los rojiblancos intentaban enlazar algún pase y salir a la contra, también provocaron dos saques de esquina, el que avisó fue Antonio con un disparo raso desde el borde del área que Padilla atajó sin problemas.

Este trepidante primer cuarto de hora, se cerró con una escapada de Joel en solitario en posición dudosa y su disparo de vaselina superó por milímetros el travesaño. Pero los bilbaínos tienen el santo de cara y poco después se iban a adelantar en una jugada de estrategia. Desde la banda izquierda, Jaure ponía la pelota con mucho efecto al segundo palo y el lateral izquierdo de Casablanca, Aymane, remataba de cabeza para conseguir el primer tanto de la tarde. Este gol serenó a los de Lezama e hizo decaer las ilusiones de los navarros que ahora tenían muchas dificultades para superar el círculo central ante unos chavales jóvenes que aguantaban el cuero lejos de su área y que llegaron a la meta de Pablo con aviesas intenciones. Para suerte del Tudelano, la puntería no les acompañó y, cuando la tuvieron, el cancerbero de Castellón Pablo estuvo en su sitio y con sus intervenciones evitó males mayores.

Tras la reanudación, los de Gurpegi no bajaron la intensidad ante un Tudelano que no estaba cómodo y seguía sin encontrar líneas de pase para enlazar con los hombres de ataque. Solo en las contras consiguieron una oportunidad que se fabricó Irurita al irse de dos contrarios pero su remate a seis metros de la portería se marchó desviado antes de cumplirse el cuarto de hora de la segunda parte. El encuentro no generaba ahora situaciones de peligro y los técnicos movieron sus banquillos. Riera incorporó artillería en ataque y sus hombres pusieron cerco al área bizkaina. Sito Barberá, un minuto después de entrar al campo, remataba alto tras un saque de esquina pero la suerte se alió de nuevo con los locales. En el tramo final y escasos segundos después de pisar el campo, Peio Canales recortaba a dos rivales y cruzaba el balón lejos del alcance de Pablo.

No quiso ser menos otro de los que había entrado, Iker Varela. Éste, en posición dudosa, chutaba por el centro para abrir una brecha insalvable (3-0). El citado Canales haría más profunda la brecha cuando volvió a caracolear y sacarse un disparo raso y pegado al palo para cerrar el luminoso. El 4-0 final es engañoso y no debe empañar el buen partido que disputó el Tudelano ante un rival en plena forma y con gran calidad en todas sus líneas. En Lezama encajaron la primera derrota a domicilio de la temporada.