Navarra e Iparralde mantienen una relación de lo más estrecha. De acuerdo con el barómetro sobre soberanía vasca denominado Naziometroa, la inmensa mayoría de la sociedad navarra aboga por tener una mayor relación con la Comunidad Autónoma Vasca (CAV). Es más, el 83,1% de los encuestados aboga por estrechar lazos con la comunidad vecina y un 76% se muestra a favor de extenderlos a Iparralde.
Un sentimiento que es recíproco entre los residentes en el conjunto de Euskal Herria, con porcentajes casi calcados; el 83,2% quiere profundizar las relaciones entre Navarra y la CAV, y el 77,4% con Iparralde.
Y es que, en la línea con lo que comentan desde la prestigiosa publicación de viajes, National Geographic, "la frontera que Francia marca con Navarra está fraguada a través de historias comunes entre reyes y, sobre todo, mantenida por el Camino de Santiago". Dos territorios separados por poco más de 90 kilómetros, lo que se traduce en una hora y cuarto de recorrido en coche cuyo vecinos conviven durante buena parte del año.
Los pueblos en los que mejor se come en Iparralde, según National Geographic
Jaime de las Heras Martín, colaborador de Viajes National Geographic y auto de la publicación 'Los pueblos en los que mejor se come del País Vasco francés' relata lo siguiente: "El otro lado de la frontera sorprende en otro acento y con una mesa que habla de pimientos, de pasteles, de quesos de pastores y, también de tintos peculiares, de estrellas Michelin y de una cocina que también mira al mar, cargándose de los tesoros del Golfo de Vizcaya, para avalar la gastronomía vasco-francesa con otro tiento".
Espelette
"Su pimiento rojo, goza de AOP (Appellation d’Origine Protégée) desde 2000. El pueblo vive y respira esta especia: las fachadas blancas lucen las ristras secándose al sol, símbolo icónico de Iparralde. El pimiento de Espelette se utiliza tanto en platos salados como en elaboraciones dulces, llegando incluso al chocolate", comenta sobre este municipio.
Cambo-les-Bains
Respecto a Cambo-les-Bains indica que "es la capital del gâteau basque, el pastel vasco por antonomasia, relleno tradicionalmente de crema pastelera o de mermelada de cerezas negras de Itxassou. Esta localidad balnearia no solo destaca por sus aguas termales, sino también por la dulcería: cada pastelería tiene su propia versión del pastel, y existe incluso un museo dedicado a este postre emblemático".
Saint-Jean-de-Luz
"Es uno de los destinos más ligados a la tradición culinaria del País Vasco francés. El puerto sigue siendo muy activo y permite disfrutar de pescados y mariscos frescos, desde el bacalao y el bonito hasta la merluza, presente en recetas clásicas como la merluza a la koskera", indican desde National Geographic.
Irouléguy
El cuarto de los municipio es Irouléguy. "De aquí salen los únicos vinos con denominación de origen de la zona. La fama nacional les precede, con tintos elaborados con uvas tannat y cabernet franc, aunque los blancos, no se quedan atrás en un paisaje de viñas familiares dispersadas entre laderas, salpicadas de rebaños de ovejas latxas que alumbran quesos ideales para maridar con sus vinos. Irouléguy, aunque diminuto en población, es una capital gastronómica por su vino AOC, el único con denominación propia en Iparralde", apunta el autor de la publicación.
Ainhoa
"Considerado uno de los pueblos más bonitos de Francia, es también un destino gastronómico de gran interés. Se encuentra en la zona de producción del pimiento de Espelette y comparte esa identidad culinaria. Los mercados locales incluyen quesos, charcutería de cerdo Kintoa y panadería tradicional. El visitante no solo encuentra aquí un pueblo de postal, sino también un epicentro culinario en miniatura, donde conviven la cocina de alta gama con la tradición popular", explican desde la revista.
Ciboure
Jaime de las Heras Martín continúa su relato de la siguiente manera: "Ciboure, vecina inmediata de Saint-Jean-de-Luz, tiene una fuerte personalidad marinera y gastronómica. Es célebre por sus pescados frescos, especialmente la merluza y el atún. El puerto mantiene la tradición pesquera viva, y el mercado ofrece anchoas, sardinas y conservas artesanales. También tiene una tradición pastelera, con el gâteau basque, que se vende en numerosas panaderías y confiterías. Combina autenticidad con calidad, siendo un destino gastronómico de primer orden en la costa".
Hasparren
"Es uno de los pueblos más representativos de la vida rural vasca, y su gastronomía se centra en productos de la tierra. En su entorno se producen sidras artesanales y se trabaja el maíz autóctono, con variedades recuperadas como el “Grand Roux de la Nive”, hoy bajo protección AOP. La localidad es célebre por su feria agrícola, donde se venden quesos de oveja, charcutería y panes tradicionales. Aunque no tiene estrellas Michelin, sí dispone de casas de comidas que defienden una cocina basada en el producto local", apunta sobre Hasparren.
Mauléon-Licharre
Otra de las elecciones de National Geographic es Mauléon-Licharre, "mundialmente conocida como cuna de la alpargata, pero también destaca por su gastronomía. El producto estrella de la zona es el queso Ossau-Iraty (AOP), uno de los más importantes quesos de oveja de Francia, elaborado con leche cruda y de sabor intenso. El queso suele acompañarse de mermelada de cereza negra de Itxassou, creando un maridaje perfecto".
Bidart
"Un pueblo costero con fuerte identidad vasca, muy conocido por su gastronomía marinera y por sus restaurantes de prestigio. El pueblo mantiene vivas las recetas clásicas de la cocina local, como la marmita de pescado o el ttoro, una especie de sopa marinera contundente. Es también un punto de encuentro para mercados agrícolas, con quesos de oveja, sidra artesanal y panes de maíz locales. Ha conseguido unir la esencia marinera con un alto nivel culinario, lo que lo convierte en parada obligatoria para el viajero gastronómico", argumentan desde National Geographic.
Saint-Jean-Pied-de-Port
Desde la revista de viajes afirman que "es uno de los centros gastronómicos más interesantes del interior. Aunque cuenta con menos de 2.000 habitantes, supera ese umbral con su área municipal y con su proyección turística ligada al Camino de Santiago. En el mercado se venden quesos Ossau-Iraty, truchas del Nive y vinos de Irouléguy, creando un triángulo gastronómico único. Su posición estratégica lo convierte en punto de encuentro de peregrinos que degustan tanto la cocina vasca tradicional como propuestas más modernas".
Guéthary
El último de los municipios a los que se hace referencia es Guéthary. "Antiguo puerto ballenero, su cocina ha evolucionado hacia una combinación de tradición marinera y creatividad. La aldea conserva un aire chic que atrae a amantes del surf y de la buena mesa, y la oferta se completa con pequeñas casas de comidas donde se sirven chipirones en su tinta, marmitako o pescados a la parrilla. Guéthary ha sabido mantener el vínculo con el mar, ofreciendo al visitante una experiencia gastronómica donde la sencillez del producto fresco se eleva con técnicas contemporáneas. Es un lugar donde la tradición marinera se fusiona con un ambiente cosmopolita, muy apreciado por gourmets franceses", concluyen detallando desde la prestigiosa publicación.