Cuando llegaba la temporada de higos, mi abuelo siempre volvía del campo con las manos llenas de brevas moradas, dulces y fragantes. Ese momento marcaba el inicio de una pequeña fiesta: con los higos se preparaban diferentes recetas como postres, compotas y dulces que llenaban la cocina de aroma, color y recuerdos.
Ingredientes
Para el bizcocho:
- 3 huevos grandes
- 150 g de azúcar moreno (puede ser blanca si prefieres)
- 100 ml de aceite de girasol o de oliva suave
- 120 ml de leche
- 150 g de harina de trigo
- 50 g de cacao puro en polvo (sin azúcar)
- 1 sobre de levadura (polvo de hornear, unos 10 g)
- 1 pizca de sal
- 3 o 4 brevas (higos morados) bien maduras, cortadas en trocitos pequeños
Para la mermelada de brevas:
- 500 g de brevas (higos morados) maduras, lavadas y troceadas
- 250 g de azúcar
- El zumo de medio limón
Para decorar:
- Unas cucharadas de la mermelada de brevas
- 2 o 3 brevas frescas (higos morados), cortadas en rodajas
- Un chorrito de miel o del almíbar de la mermelada
Elaboración
Para preparar la mermelada (puedes hacerla el día anterior), coloca las brevas troceadas en una cacerola junto con el azúcar y el zumo de limón. Cocina a fuego medio, removiendo de vez en cuando, durante unos 25–30 minutos, hasta que la mezcla espese y tenga un brillo natural. Si prefieres una textura más fina, puedes triturarla un poco con la batidora. Deja enfriar y guarda en un frasco con tapa. Se conserva muy bien varios días en la nevera.
Para el bizcocho, precalienta el horno a 180 °C (con calor arriba y abajo). En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté clara y espumosa.
Tamiza la harina, el cacao, la levadura y la sal. Incorpóralos poco a poco a la mezcla líquida hasta obtener una masa homogénea.
Agrega los trocitos de breva (higo morado) y mezcla con una espátula.
Vierte la masa en un molde engrasado o forrado con papel vegetal.
Hornea durante unos 35–40 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo, éste salga limpio. Deja enfriar completamente antes de desmoldar.
Para la decoración final, cubre la superficie del bizcocho con una capa generosa de la mermelada de brevas. Coloca encima las rodajas de brevas frescas, que aportan color, frescura y ese toque jugoso irresistible.
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