El mármol es uno de los materiales favoritos a la hora de elegir el revestimiento de encimeras de cocinas, baños, suelos y elementos decorativos. Un material, cuyo principal componente es la piedra natural, de lo más delicado al que hay que hay que prestar especial atención para que no piedra su característico brillo.

Según explican los expertos, el mármol destaca por ser realmente resistente a las altas temperaturas, una característica clave para la encimera de la cocina. Su alta calidad hace que las encimeras de mármol sean muy duraderas.

El mármol, uno de los materiales favorito para cocinas, baños y suelos

Para evitar que este material se degenere, los expertos recomiendan, entre otras cuestiones, incluir en la rutina de limpieza quitar el polvo y pasar un trapo húmedo por encima del mármol. Para ello, se indica limpiarlo con amoniaco sin detergente y, a continuación, recurrir a un abrillantador de mármol comercial para devolverle el brillo.

Para limpiar el suelo de mármol, se recomienda hacerlo con la ayuda de una esponja con agua templada y una solución de jabón apta para mármol.

El truco definitivo La Ordenatriz para que el mármol quede limpio y brillante

"¿Tienes el mármol con manchas y sin brillo?", comienzo preguntando Begoña Pérez, conocida por sus más de 1,7 millones de seguidores como @la_ordenatriz. "Quédate hasta el final que esto te interesa", anima la creadora de contenido a los más de millón y medio de seguidores con los que cuenta en Instagram.

"Primero, limpiamos bien con el alcohol para eliminar todo resto de suciedad. He usado un reparador de mármol que utilizan los anticuarios. Lo importante es que el producto que uses tenga cera de carnaúba. Con una microfibra, frotamos en círculos toda la superficie y dejamos secar 5 minutos. Solo queda abrillantar haciendo una moña con un trapo de lana o, en su defecto, de algodón. También vale para granito, terrazo y piedras pulidas, de todos los colores", explica de manera detallada la especialista.

"El bálsamos o cera de CARNAÚBA se obtiene de una palmera, que lo segrega para protegerse de la sequía, no es por lo tanto una cera como la de las abejas, y lo curioso, es que la propia planta genera ese bálsamo junto con un alcohol y un compuesto igual al petróleo. Es como si mezclásemos los tres elementos, y eso hace que limpie y abrillante mucho más y además evita que se raye al endurecerse. Los restauradores y anticuarios lo llaman la reina de las ceras", explica La Ordenatriz en relación a la cera de carnaúba.