Los controles de alcoholemia son, tal y como así lo indican desde Real Automóvil Club de España (RACE), una de las herramientas más importantes de las que disponen las autoridades a la hora de garantizar la seguridad vial e intentar reducir el número de accidentes de tráfico. Cualquier conductor puede verse requerido a someterse a estas pruebas.

Los más comunes de estos controles son, según señalan, de carácter preventivo y se pueden encontrarlos en cualquier lugar y momento: así, los agentes de tráfico establecen puntos de control en vías urbanas e interurbanas para verificar que los conductores no superen las tasas permitidas de alcohol en sangre o aire espirado.

Y es que, tal y como señalan los expertos, el consumo de alcohol es uno de los factores de riesgo más frecuentemente implicados en los accidentes de tráfico. Según datos de la Dirección General de Tráfico, el alcohol está presente entre el 30% y el 50% de los accidentes mortales en España, si bien la tasa de siniestralidad española es una de las más bajas en toda la Unión Europea.

Según un informe del Instituto Nacional de Toxicología, más de la mitad de los conductores fallecidos en 2023 en accidentes de tráfico en el Estado y sometidos a autopsia había consumido alcohol, drogas o psicofármacos. La más habitual de todas las sustancias, presente en uno de cada tres casos, fue el alcohol.

Según los estudios de la DGT, con una alcoholemia de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre se multiplica por dos el riesgo de sufrir una colisión, y con 0,8 el riesgo es 5 veces mayor.

Alimentos dan positivo en un control de alcoholemia

Los alimentos también pueden contener alcohol. Sí, así es. Aunque en una cantidad más pequeña que en bebidas. Según apuntan los expertos, se suele producir por la fermentación y si se toma antes de un control es posible que se de positivo incluso sin haber bebido una gota de alcohol.

Enjuagues bucales

Algunos enjuagues bucales contienen una concentración importante de alcohol, por lo que si se toma antes de coge el coche, se puede producir un falso positivo.

Encurtidos

Los encurtidos son alimentos que pasan por un proceso por el cual se sumergen en una solución de agua, vinagre y/o sal, y que se dejan fermentar durante un tiempo determinado. Los procesos de conservación por los que pasan pueden provocar que estos mismos contengan pequeñas cantidades de alcohol. Por lo que si se come alguno de estos alimentos antes de un control se podría dar positivo.

Pan y otros productos de levadura

Por su proceso de fermentación, alimentos como el pan, los bollos o las pizzas pueden contener alcohol. Sin embargo, pese a que no es demasiada cantidad, si se consumen poco antes de un control de alcoholemia, es posible que alteren el resultado del test de alcoholemia.

Frutas

Algunas frutas tienen la capacidad de contener alcohol tras sus procesos de fermentación, aunque es más típico en frutas que están todavía muy maduras.