Este pasado sábado, 21 de diciembre, se le dio la bienvenida, de manera oficial, al invierno. La estación más fría del año llega en forma de temperatura bajas, días cortos, noches largas y, por supuesto, nevadas, lluvias y heladas.
Por todo ello, es fundamental proteger el vehículo durante los meses más fríos del año. Unos cuidados que permiten, tal y como así lo indican los expertos, arrancar el vehículo de la mejor manera posible. Y es que, hay que tener en cuenta que, los coches suelen quedarse sin batería porque las bajas temperaturas reducen su eficiencia. El frío ralentiza las reacciones químicas dentro de la batería, disminuyendo su capacidad para almacenar y suministrar energía. Además, arrancar el motor es más difícil en invierno debido al espesamiento del aceite, lo que requiere más energía de la batería. Esta situación se agrava si la batería es antigua o está en mal estado.
Y no solo eso. En invierno también se incrementa el uso de sistemas eléctricos del coche, como calefacción, faros y limpiaparabrisas, lo que aumenta la demanda energética. Si el coche realiza trayectos cortos o se utiliza poco, el alternador no tiene tiempo suficiente para recargar la batería, lo que puede llevar a una descarga completa.
La clave de la DGT para arrancar el coche en invierno y que no se quede sin batería
En la línea con lo que se ha venido comentando previamente y tal y como así lo explican desde la Dirección General de Tráfico, en invierno y con bajas temperaturas, la batería tiene que hacer un esfuerzo extra a la hora de arrancar y para mantener algunos elementos eléctricos encendidos, como los hilos radiantes de los cristales traseros o los asientos calefactables, si el coche los lleva.
Para evitar un sobreesfuerzo de la batería a la hora de arrancar, los especialistas recomiendan "apagar todos los sistemas a bordo y aquellos elementos que le puedan quitar energía, como la radio, la calefacción, etc". También es interesante mantener las luces apagadas mientras se arranca, ya que son uno de los elementos que más energía consumen.
Asimismo, si se cuenta con volante o asientos calefactable, que son también sistemas con un alto consumo de electricidad, los expertos de la DGGT recomiendan apagarlos antes de arrancar, "aunque en la mayoría de los vehículos no se pueden encender hasta que el contacto está puesto. En ese caso, hay que esperar a que el coche tenga el motor en marcha", añaden.
En caso de que la temperatura exterior sea extremadamente fría, otro buen truco para que la batería haga su trabajo lo mejor posible es calentarla previamente. Para conseguirlo se puede, tal y como así apuntan desde la DGT, "utilizar desde un secador de pelo (no se debe acercar a menos de 10 centímetros), hasta poner agua caliente en una bolsa o paños calientes (se pueden calentar en el microondas) y colocarlos encima de la batería un ratito antes de arrancar (con 15 minutos debería ser suficiente)". Eso sí, nada de poner paños húmedos sobre los contactos de la batería.
Y nada de olvidarse de mantener la batería cargada. Es "casi lo más importante", insisten los expertos. "Si está a medias, sería buena idea utilizar un cargador para restaurar su carga al tope", añaden.
Otros consejos para arrancar el coche en invierno
Pisar el embrague a fondo antes de arrancar
Según apuntan desde la DGT, con este gesto se desacopla la transmisión y el motor de arranque debe hacer menos esfuerzo, aunque el coche esté en punto muerto.
No mantener el giro de la llave mucho tiempo
"Si no arranca a la primera, no se debe obligar mucho más de cinco segundos, ya que se fuerza mucho la batería y el motor de arranque. Hay que esperar unos 20 segundos para intentarlo de nuevo y dejar a la batería que recupere su energía", aconsejan desde la Dirección General de Tráfico.
Encender los calentadores de los diésel dos o tres veces antes de arrancar
También se recomienda poner el contacto hasta que se apague la señal de los calentadores. "Apagar y volver a encender solo el contacto, varias veces, para que estas piezas hagan bien su función y asegurarse de que están a la temperatura correcta", añaden desde la DGT.
Aparcar el coche en un sitio resguardado
"Estacionar en un garaje sería lo ideal en invierno, pero si no se puede, hacerlo en un lugar que esté resguardado del viento (o al menos que no le dé de lleno en el frontal). Esto hará que el coche no esté tan frío. Lo mismo si se aparca debajo de una farola. Esta fuente lumínica también evitará que el coche esté más frío. Poner alguna manta, si se puede, encima del capó, tampoco es mala idea, porque todo el vano motor ganará algún grado más que puede resultar esencial a la hora de arrancar", argumentan los expertos.
Dar golpes en el capó
El último de los consejos de la DGT hace alusión a dar golpes en el capó. Una recomendación que sirve para "hacer huir a algún gato o cualquier otro animal que se haya escondido en el vano motor, buscando su calor cuando se aparca. Porque al arrancar, la correa o cadena le puede pillar al girar y hacerle bastante daño".