El presidente de Rusia, Vladímir Putin, prevé mantener conversaciones "sustanciales" con su homólogo chino, Xi Jinping, durante la reunión bilateral que mantendrán en octubre en Pekín, afirmó hoy el secretario del Consejo de Seguridad ruso.

"Esperamos que en octubre se lleven a cabo en Pekín conversaciones bilaterales sustanciales entre el presidente Vladímir Putin de Rusia y el presidente Xi Jinping de China como parte de la participación del jefe de Estado ruso en los eventos del Foro Internacional La Franja y la Ruta de la Seda", señaló Nikolái Pátrushev en una reunión con el ministro chino de Exteriores, Want Yi.

Viaje en octubre

El asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia rusa, Yuri Ushakov, ya adelantó a finales de julio pasado que Putin planeaba un viaje a China en octubre.

Vladimir Putin, presidente de Rusia. EFE

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a su vez, dijo a principios de mes que la agenda de la visita de Putin al vecino asiático incluye la discusión de temas que ya están claros y que "son bastante voluminosos", como el comercio bilateral, la cooperación económica y la situación mundial y regional.

En febrero de 2022, poco antes del comienzo de la intervención militar rusa en Ucrania, Putin y Xi proclamaron en Pekín la "amistad sin límites" entre sus naciones.

Amistad sin límites

En marzo de este año, durante la visita de Xi a Rusia, el mandatario chino intentó convencer a Putin de su iniciativa de paz de 12 puntos y, según el Financial Times, advirtió a su homólogo ruso contra el uso de armas nucleares.

Pátrushev recalcó hoy que Rusia está comprometida con el desarrollo progresivo y el fortalecimiento de las relaciones con China, y subrayó que las relaciones entre Moscú y Pekín se basan en los principios de respeto, la no interferencia en los asuntos internos de cada uno, así como el apoyo mutuo en el ámbito internacional.

"Nuestras relaciones son valiosas en sí mismas y no están sujetas a condiciones externas", afirmó.

Asimismo, Pátrushev reiteró el "apoyo continuado" de Moscú a las políticas de Pekín hacia Taiwán, Sinkiang, Tíbet y Hong Kong.