tudela. Los ocho maestros que se han jubilado este año en Tudela fueron homenajeados ayer en el Ayuntamiento de la capital ribera por su trayectoria profesional en diferentes institutos y colegios de la ciudad.
Los homenajeados, que recibieron una placa de manos del alcalde, fueron: Pilar Lasa Fayanas y Pedro Manuel Romero Jiménez (Colegio Virgen de la Cabeza); Juanjo Lasheras Villar, Mª Carmen Atienza Martínez y Visitación Canta Bañares (Colegio Compañía de María); Mª Teresa Aguayo Igal y Nazario Riancho Andrés (Instituto Benjamín); y Conchita Iturre Balduz (Instituto Valle del Ebro). Sin embargo, no todos pudieron acudir a la cita. Ayer en la sala de plenos del Consistorio faltaron Pedro Manuel y Mª Teresa Aguayo.
La mayoría de ellos confesó que siente pena por dejar de dar clase, aunque cree que la vida tiene diferentes etapas y ésta, la de su jubilación, es otra que tienen que experimentar. "He estado educando a niños desde hace 35 años y puedo decir que he sido la mujer más feliz del mundo intentando sacar lo mejor de cada alumno. Si volviera a nacer, haría lo mismo", destacó Visitación Canta, quien ha estado los últimos 25 años de su carrera en Tudela. Mª Carmen Atienza también señaló que ha trabajado "muy a gusto", a pesar de que comenzó su etapa laboral con tan sólo 19 años y ha tenido que viajar hasta Barcelona para trabajar.
Pilar Lasa, quien trabajó también en colegios del norte de Navarra, confesó que con tan sólo 62 años ha considerado que "ya era el momento para jubilarme, porque pude hacerlo antes pero no estaba preparada". Por su parte, Juanjo Lasheras, quien ha impartido siempre clase en la ciudad (primero en Jesuitas y después en la Compañía de María) se mostró contento por pasar a esta fase que, según él, es "otra forma de ver la vida".
El alcalde, Luis Casado, agradeció ayer a los maestros su paciencia porque dijo "todos de pequeños somos unos trastos y ellos nos aguantan". También destacó su labor comentando que "son el medio para el futuro de nuestros hijos y nuestro apoyo para educarles".
Los antiguos maestros, que estuvieron acompañados por amigos del gremio y familiares, disfrutaron después del acto de un aperitivo preparado en las bodegas del Ayuntamiento por los alumnos del Taller de Hostelería. Previamente asistieron a una misa en la catedral.