LA festividad de Santa Águeda es una fecha marcada rojo en el calendario de celebraciones de Alsasua. Ayer, cientos de alsasuarras olvidaron por unas horas la crisis que ha llenado de nubarrones el horizonte de la villa y en un día espléndido, disfrutaron con su quinta, es decir, los alsasuarras de nacimiento o los nuevos vecinos de su misma edad.

Y es que la coincidencia generacional es motivo de celebración en Alsasua. Sobre todo para los 46 jóvenes que este año estrenan mayoría de edad. Lo festejan a lo grande durante cinco días gracias a los donativos de alsasuarras y foráneos. Por ello, bandeja en mano, los 23 quintos de este 2011 abordaron desde la mañana a todo el que se cruzaba en su camino, bien andando o en coche. Unas monedas para los quintos, repetían una y otra vez, apelando a su generosidad. Si bien habrá que esperar al lunes para el recuento en el Banco de Vasconia del dinero obtenido ayer por los quintos y la víspera por las 23 quintas, los jóvenes afirmaron que "la gente se está enrollando".

Los quintos no pasaban desapercibidos. Vestidos de riguroso blanco, su atuendo se completaba con dos pañuelos cruzados el pecho y otros colgados del cuello, calzados con zatas de goma y calcetines de ardila. Para protegerse del frío, un kaiku y txapela. Ayer, día grande portaban, el palo de Santa Águeda, un bastón de gorosti (acebo) con lazadas y seis cintas de seda, normalmente bordadas. Se trata de una vestimenta que ha cambiado poco en este último siglo, como lo atestiguan fotos antiguas que se guardan en muchas casas de Alsasua. Las chicas por su parte, que recuperaron su protagonismo en los años 80, vestían de caseras.

ENTREGA DE TORTAS Mientras los quintos realizaban la cuestación, los reyes, Daniel Etxabarri y Andoni Barriga además de las reinas, Itziar Amado y Edurne Martínez, acompañados de los txistularis acudieron a las casas de las quintas a recoger las tortas de Santa Águeda. Son unos roscos de pan adornados con bombones y caramelos que después se entregan en establecimientos y empresas, constituyendo una importante fuente de ingresos. Tras la entrega, y cómo manda la tradición, se bailó la jota y la porrusalda. En la comitiva también iba el botero, Josu Apestegia, y el burro que portaba las alforjas con el dinero. Así fue hasta entrada la tarde. Tras una comida-merienda, llegó el turno de los zortzikos, anunciado por cohetes. Ante una plaza abarrotada, los primeros quintos bailaron esta danza que han estado aprendiendo desde el pasado 7 de enero. Uno a uno, quintos y quintas, harán lo propio hasta el próximo miércoles.

día de reencuentroS Si bien los quintos del año fueron los protagonistas del día, otras quintas también celebraron a lo grande Santa Águeda. Era el caso de la de 1986, que conmemoró su 25 aniversario. Ayer se reunieron 86 personas nacidas entre mayo de 1967 y agosto de 1968. Recordaron sus celebraciones en una exposición de más de 200 fotografías en el Gure Etxea además de un vídeo que también incluía hechos relevantes de aquel año. Lunch, comida, cena y barra libre era el programa del día.

Otra quinta importante es la de los 60 años, nacidos entre marzo de 1951 y abril de 1952, que ayer reunió a 63 de aquellos jóvenes que celebraron su Santa Águeda en 1972. También con muchas ganas de celebrar esta fiesta estaba la quinta de 1961, que reunió a 44 de aquellos quintos con unos años de más.

Pero ayer, que coincidió la festividad de la mártir siciliana en sábado, fue día de reencuentro de decenas de quintas. Con los restaurantes de Alsasua al completo, muchos fueron a comer a otras localidades. Eso sí, en autobús.