elizondo. Astiz, un hombre que sobre todo en las tres últimas décadas ha tenido una extraordinaria y positiva influencia en el desarrollo de la medicina veterinaria y en el sector ganadero, fue despedido el sábado por cientos de amigos en Etxaleku, su pueblo natal.
En 1983, con sus compañeros José Manuel Azurmendi y Pantxi Erneta, Pello Astiz creó Albaitaritza, una sociedad veterinaria que supuso una auténtica revolución en el servicio integral al ganadero y que es en la actualidad la más destacada empresa del Estado y un modelo en su género. Albaitaritza inició su actividad en Elizondo para ampliar luego su sede a Irurtzun, y en la actualidad cuenta con seis puntos de venta y red comercial en los estados español y francés, y extiende su actividad por Gipuzkoa (Lasarte, Azpeitia, Irun y Oñati), Bizkaia y Álava y mantiene contactos y relación de investigación y estudios con sociedades y ganaderos de toda Europa y América.
La frase del escultor Jorge Oteiza sobre que "la aventura puede ser loca, pero el aventurero debe estar cuerdo", se puede aplicar a Pello Astiz como a pocas personas. Dotado de una inteligencia auténticamente excepcional, de él bien podía decirse que era hombre que "veía crecer la hierba" y que, desde que comenzó a trabajar en el ITG Ganadera, advirtió el camino que se abría ante el sector y debía seguir para responder a cambios y retos que llegaban de forma inexorable.
De los primeros pasos de Albaitaritza en Baztan, Pello Astiz recordaba que "estuvimos viviendo José Manuel Azurmendi y yo en Eskisaroi de Elizondo, y había días en los que contabilizabas hasta 33 visitas, una inseminar, otra una retención de placenta, otra vacunar veintitantos gorrines...". Un tiempo difícil e ilusionante de una empresa que integra más de 30 personas y es toda una familia social.