la lectura de Conversaciones en la biblioteca: La historia de Barañáin a través de sus alcaldes permite recuperar y preservar la memoria de esta localidad a través de los ojos de los diez regidores que ha tenido el municipio desde 1971 hasta la actualidad. Un trabajo, elaborado por la biblioteca pública y el área de Cultura municipal, que recoge los recuerdos que guardan estos diez hombres de los años en los que estuvieron al frente de Barañáin; desde que era un pequeño pueblo de la Cendea de Cizur hasta convertirse en la segunda población con más habitantes de Navarra.
El libro (en castellano y euskera), cuyos 200 ejemplares se han editado gracias a una subvención del Gobierno foral, se puede comprar por 5 euros en la biblioteca y en la casa de cultura. El bibliotecario Jesús Arana explicó que al no ser un pueblo con un antiguo legado histórico, ni poseer una gran riqueza etnográfica, propusieron contar la historia de Barañáin a través de tres publicaciones. Una con entrevistas a personajes destacados; ésta, con los alcaldes; y una obra en la que plasmarán las conversaciones con responsables de distintas asociaciones.
A la presentación de ayer acudieron 7 alcaldes (faltaron José Miguel Sánchez Monge, por enfermedad, Gregorio Clavero y Iosu Senosiáin, por trabajo). Juan Bautista Agós, presidente del Concejo de 1971 a 1979, recordó que cuando llegó a vivir en 1969 "teníamos todas las carencias" y cualquier parecido con urbanizaciones como Sarriguren o Mendillorri era "pura coincidencia, ya que estas nacieron con escuela y transporte". Le sucedió José Zubillaga (AIPB, de 1979-1982), quien se introdujo en política porque "nos estábamos jugando el futuro de la educación de nuestros hijos, el futuro social, de convivencia, y sin ningún afán político nos lanzamos a esta difícil y bonita tarea". Asimismo, destacó que Barañáin fue "la primera ciudad que la urbanización se hizo antes de entrar a vivir". Por su parte, Sánchez Monge (AIPB, 82-84) negoció con Madrid la segregación de la Cendea. Martín Orbara, primer alcalde del Ayuntamiento (AIPB, 84-87), sostuvo que la independencia acarreó "la asunción de nuevas competencias estructurales", y añadió que "la falta de medios económicos ha sido el día a día de Barañáin siempre", pero "con muchas ganas de trabajar se fueron haciendo colegios, parques, Lagunak...".
Tras el "controvertido" mandato de Clavero (PSN, 87-93), estuvo Juan Felipe Calderón (UPN, 93-99). Una de sus mayores satisfacciones fue "haber quitado las líneas de alta tensión" y su mayor desgracia fue el infortunado proyecto de centro comercial, que "hubiese supuesto más actividad económica, cultural y nuevas inversiones en vías de acceso. Aquello, a pesar de que el tribunal de la competencia nos daba la razón, las cosas políticamente se truncaron y no hubo forma". Joaquín Olloqui (CIB, 99-03), que agradeció "el famoso olvido de la lista de UPN" en los comicios, destacó que "los logros conseguidos en un ayuntamiento son de todos".
Tras Iosu Senosiáin (PSN, 2003-2007), llegó Floren Luqui (NaBai, 07-08), que ayer afirmó que "sabía que no iba a durar ni una legislatura ni por casualidad", por lo que se afanó en "intentar fomentar la vida y la relación" vecinal. Concluyó José Antonio Mendive (UPN, 08-12) apuntando al actual reto: "Que lo que han creado estos señores no se destruya".