LODOSA. Emilio Calatayud Pérez, juez de Menores de Granada, ofreció ayer por la tarde una magistral conferencia en el auditorio de la casa de cultura de Lodosa a la que acudieron cerca de 300 personas. La velada, organizada por el Ayuntamiento de Lodosa, en colaboración con la Mancomunidad de Servicios Sociales y el IES Pablo Sarasate, se enmarca dentro del programa Expulsiones alternativas, expulsiones pedagógicas. De hecho, Calatayud aplaudió la iniciativa Expulsión no, opción alternativa puesta en marcha por el instituto lodosano, el Consistorio y varias asociaciones del municipio, gracias a la cual, los alumnos de este centro en vez de ser expulsados realizan labores sociales, por ejemplo, en la guardería o en la residencia.
Calatayud es conocido por dictar varias sentencias curiosas y ejemplares que se basan en la educación y no tanto en el castigo. De hecho, en su conferencia de ayer resaltó que "no me vale que expulsen a un niño que se porta mal. Los niños donde tienen que estar es en la escuela".
El magistrado granadino insistió en que "en la actualidad parece que no hay término medio y se da un abuso de los derechos y una dejadez de los deberes por parte de los hijos. Por eso, lo que hay que hacer es satisfacer sus derechos, exigiéndoles sus deberes".
Emilio, que habló durante algo más de una hora, ahondó en la idea de que "todos estamos implicados (la familia, la escuela y la sociedad) en este tema de la educación de los niños, y por eso creo que es necesario crear un Pacto por el menor ya que hay edades intermedias que dan problemas y convendría definirlas. Hay que lograr que todo el mundo utilice el término 'menor' para referirse a lo mismo". Por último, Calatayud se refirió a las sentencias que dicta a diario y afirmó que "la ley del menor no es blanda, pero muchas veces al igual que se castiga al niño hay que hacerlo con los padres".
El juez, que expuso además otros problemas actuales como las drogas o el juego, recibió un caluroso y sonoro aplauso de los allí presentes.