CON el fin de mejorar el hábitat existente en Sakana para los anfibios, en especial para la rana ágil (Rana dalmantina), una especie protegida, se han habilitado 26 balsas en seis localidades de Sakana. En Lakuntza son cinco y otras tantas en Arbizu. En Etxarri Aranatz han sido seis, una en Bakaiku, cinco en Iturmendi y cuatro en Urdiain. No obstante, se han localizado otras zonas potenciales para la construcción de nuevas balsas desde Arakil hasta Alsasua. El principal objetivo es incrementar la diversidad de humedales a lo largo de Sakana para mejorar así la conexión entre los hábitats y por tanto, las especies propias de zonas húmedas.

Y es que además de favorecer la reproducción de la rana ágil, incluida en el catálogo de especies amenazadas de Navarra como especie sensible a la alteración de su hábitat, estas balsas favorecerán otras especies de anfibios como la rana bermeja, ranita de San Antonio, rana verde, tritón palmeado y sapo partero común.

Asimismo, son puntos de gran interés para varias especies de libélulas y caballitos del diablo al tiempo que pueden servir como zonas de alimentación de varias especies de murciélagos, según señalan desde el departamento de Medio Ambiente. Desde el punto de vista de la vegetación, estas balsas también permiten el desarrollo de especies vegetales adaptadas a medios húmedos, como la tifa, juncos y mentas entre otras.

El presupuesto ha sido de 55.838,83 euros, IVA incluido. Las obras han sido financiadas en su totalidad por Obra Social la Caixa a través de un convenio de colaboración que anualmente se realiza entre esta entidad y el Gobierno de Navarra. Una de sus características es que los trabajos sean ejecutados por empresas de carácter social. En este caso, las obras han sido llevadas a cabo por Aspace. La empresa pública Gestión Ambiental de Navarra ha sido la responsable de la redacción del proyecto y la dirección técnica de las obras. Para la elaboración del proyecto se ha contado con la colaboración de Alfonso Gosá, especialista en herpetofauna y encargado del seguimiento de esta especie en Navarra.

La creación de nuevos puntos de agua en el valle de Sakana se enmarca dentro de una estrategia para la recuperación del hábitat de esta especie en Navarra. Durante estos últimos años se han creado balsas en la Cuenca de Pamplona, Ultzama y Sakana, principales núcleos de la especie en Navarra.

Las actuaciones llevadas a cabo han sido la eliminación de especies exóticas y trasplante de vegetación de zonas húmedas así como la excavación de nuevas charcas y pequeñas balsas y su naturalización. Asimismo, se han realizado cerramientos de madera.

La población navarra de la rana ágil es objeto de seguimiento por el Gobierno de Navarra desde el año 2000 en colaboración con la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Desde entonces se viene desarrollando un proyecto de creación de nuevos humedales para el reforzamiento de las poblaciones. En Sakana, en 2007 se construyó una nueva balsa en Arbizu, a unos dos kilómetros de otra existente en Sandindegi que en la actualidad cuenta con citas de reproducción de rana ágil. También se ha reproducido en la balsa habilitada en Usolarrain-Dantzaleku en Alsasua en 2006, dentro de Agenda Local 21.

Esta especie se reparte en áreas de Álava y Navarra, casi exclusivamente al sur de la divisoria de aguas cantábrico-mediterránea. El robledal atlántico es su hábitat óptimo.