isaba. Transcurridos tres años desde su apertura y casi cuatro meses del cierre de la piscina cubierta de Isaba, el alcalde, Ángel Luis de Miguel, asegura que es cuestión de días la firma de un nuevo convenio para sacarla de nuevo a concurso, lo que hará posible su reapertura cuanto antes.

La empresa Hydra Gestión Deportiva SL se hizo con la gestión de las instalaciones deportivas (piscina y gimnasio) en julio del 2010, después de un extenso debate en la localidad sobre su financiación. El contrato duraba hasta agosto de 2014 pero antes de concluir el plazo, entró en concurso de acreedores y cerró las instalaciones el pasado octubre.

"Lo que ha pasado es coyuntural. El Ayuntamiento es ajeno a ello. Nada tiene que ver con la gestión, solo que la empresa se ha visto afectada por la crisis. Les pedimos que dejen las instalaciones en perfecto uso y funcionamiento para que la podamos sacar a concurso porque el éxito en Isaba y en el valle estaba garantizado", asegura el alcalde.

400 socios Destaca Ángel Luis de Miguel que 400 socios avalan el complejo, junto a su convencimiento de que se acopla perfectamente a la oferta turística deportiva, al mismo tiempo que representa un beneficio y bienestar para la tercera edad, por poco gasto. "Me consta que el tema no deja indiferente ni a los vecinos de Isaba, ni a los del valle, y que la mayoría pide su reapertura. En su día trabajamos duro para lograrla, pensando sobre todo en nuestros mayores y sus ejercicios en el gimnasio, pero también en que se convertía en un reclamo turístico más y una oferta complementaria para los cuatro mil niños de la campaña de esquí, y además, con poco gasto, ya que se mantiene con una caldera de biomasa con geotermia", explica el alcalde.

Lo cierto es que los usuarios echan en falta el servicio y extienden el problema más allá de la coyuntura que atraviesa la empresa: "Esto es un lujo, y se veía venir", resumen. El exedil Diego Bueno es uno de ellos. "Lógicamente, todos queremos un servicio como el de la piscina cubierta, pero pensábamos que sería deficitario antes incluso de su construcción", recuerda.

Él y otros compañeros de la candidatura Agrupación Larra creyeron que sería suficiente arreglar la que había, aunque no fuera lo mismo. "Éramos conscientes de que esto podía llegar porque es un gasto elevado para Isaba. Son 30.000 euros lo que se gasta en pellet. Y hay que sumarle el coste de personal. No es asumible", señala. De los 2.496.034 euros de la inversión del complejo, 1,2 millones los subvencionó el Instituto Navarro de Deporte y Juventud, mientras que, del resto, 800.000 euros se los concedió el departamento de Economía, vía convenio con Navarra Deporte y Ocio (Roncalia), supeditada esta ayuda a la realización de una central hidroeléctrica, que no se ha ejecutado. Para algunos vecinos este acuerdo está "cogido con alfileres" y se preguntan si Isaba puede asumir el déficit en el futuro.

El cierre de la piscina causa pena, pero no extrañeza. La vecina, Julia Pilart, lo dice sencillamente: "Esto es un gasto muy grande, somos pocos habitantes y la mayoría, mayores. "A pesar de que la he disfrutado mientras he podido, no he dejado de verla como una obra faraónica".