Miles de personas reviven la pasión de cristo en andosilla

ANDOSILLA - Miles de personas se acercaron el viernes hasta Andosilla para revivir la Pasión de Cristo, uno de los acontecimientos más solemnes, emotivos y multitudinarios de la localidad ribera.

Más de un centenar de vecinos, entre personajes y colaboradores, hicieron posible que la 24ª edición de este Vía Crucis Viviente, que organiza el colectivo Marcha Joven, fuera todo un éxito.

Pasadas las diez de la mañana el silencio inundó las calles de la localidad para escuchar la sentencia de Poncio Pilatos en la plaza del Corro. A partir de ese momento, y durante cerca de una hora, Adrián Esparza, que se metió en la piel de Jesús por séptimo año consecutivo, recorrió las estrechas calles del casco antiguo de Andosilla cargando con una cruz de más de 100 kilos.

Decenas de devotos y curiosos se agolparon a lo largo de las estaciones para ver de cerca esta representación en la que Montse Altozano, madre de Adrián, volvió a interpretar a María, algo que le otorga a este evento una carga emocional extra.

Cuando terminó la Pasión, Esparza, que comenzó en esta aventura con tan sólo 17 años, reconocía que "la ilusión y las ganas son las mismas que el primer año". Además, y a pesar del esfuerzo, insistía en que "he aguantado bastante bien hasta el final y eso que el último tramo es el más complicado porque es muy estrecho y la gente se para mucho".

Del mismo modo, Altozano, que definía este acto como "sencillo, cercano y entrañable", insistía en que "la emoción está a flor de piel en todo momento".

Otra de las personas que lleva vinculada a este Vía Crucis desde el principio es Carlos Fuertes, vecino que los últimos 21 años ha interpretado a Poncio Pilatos. Fuertes, que afirmaba que la continuidad del Vía Crucis está asegurada porque "la gente está muy implicada y siempre hay incorporaciones", destacaba, tras finalizar esta edición, que "estamos muy satisfechos con el resultado, la gente, un año más, ha respondido muy bien y el tiempo nos ha acompañado en todo momento".

los cambios Este año hubo un par de novedades con respecto a la pasada edición. En primer lugar, la tercera caída de Jesús se adelantó unos diez metros para que el coro, que hasta ahora interpretaba una canción desde una bajera, lo hiciera en la calle con el objetivo de que el sonido se proyectara mejor.

Además, el sepulcro se ha cambiado ya que la asociación de belenistas se ha encargado de confeccionar uno nuevo.

Ahora todos los esfuerzos se centrarán en la celebración del 25º aniversario.

mercado hebreo Un año más, y ya son once, las calles de Andosilla se llenaron con decenas de puestos que participaron en el tradicional mercado hebreo. Además de los puestos artesanales también hubo exposiciones y talleres de cerámica y flores, así como juegos para los niños.