los arcos - La Asociación DYA (Detente y Ayuda), está de enhorabuena en Los Arcos ya que este año celebra los 25 años de presencia en la localidad, en una trayectoria marcada por la implicación de los voluntarios, a los que anima el deseo de colaborar y ayudar a otras personas. Durante este cuarto de siglo, los integrantes de DYA Los Arcos, la base 8 de la entidad en Navarra, han desarrollado una importante labor pagada únicamente con satisfacción personal y el respaldo del resto de vecinos.
En la actualidad, son 16 los socios y socias activos de la base arqueña, con el delegado, Florencio Escarza, al frente. La base de Los Arcos forma parte de la red con que DYA cuenta en Navarra, con sedes también en Pamplona, Aoiz, Olite, Barranca, Garde (en invierno), Peralta, Santesteban, Los Arcos, Puente la Reina y Caparroso.
La presencia del colectivo en esta localidad comenzó a gestarse de la mano de Pepe Morrás, entonces responsable del parque de vehículos del Ayuntamiento de Pamplona y vinculado con Los Arcos. “Nos animó a montarlo y se empezó con el primer grupo, desde entonces hemos pasado por la base más de 120 personas”, recuerda el delegado de Los Arcos, Florencio Escarza.
De esta manera, el primer servicio que realizaron los y las voluntarios de base 8 DYA Navarra de Los Arcos fue el 15 de mayo de 1989.
Desde entonces, horas de servicio y dedicación y un total de 4.017 salidas de todo tipo. Así, la labor de DYA Los Arcos incluye urgencias sanitarias y accidentes de todo tipo, como deportivos, de tráfico, taurinos, de hogar, rescates, etc., así como servicios especiales de cobertura de eventos como pruebas ciclistas, romerías, fiestas, encuentros, etc.
Además, están presentes en catástrofes y accidentes de magnitud. Así, sobre su trayectoria en la asociación, los voluntarios recuerdan de forma especial desastres en los que han estado presentes, como la tragedia del camping de Biescas, el descarrilamiento del tren en Uharte Arakil o grandes accidentes de autobuses, helicópteros, etc. “Lo que más impacta son accidentes de familias, con niños, etc. Además, por desgracia, nos ha tocado muchas veces con gente conocida, ya que abarcamos nuestra zona”, relata Florencio Ascarza. Así, la zona de cobertura de DYA Los Arcos incluye un radio de 40 a 45 kilómetros de localidades limítrofes con Los Arcos, desde Viana a Santa Cruz de Campezo o Estella.
Las motivaciones de los voluntarios para formar parte de la asociación son variadas, aunque a todos les mueve el afán por ayudar. “Te pica el gusanillo y entras y te va gustando cada vez más. Es duro, porque hay que estar las 24 horas del día, cuando menos te lo esperas tienes que salir, pero compensa”, indican. Además, añaden “en Los Arcos se nos aprecia, la gente es muy agradecida, tanto si le toca hacer uso de nuestra asistencia como si no. Eso nos da muchos ánimos para seguir”.
En esta línea, los voluntarios agradecen el apoyo durante todos estos años “de la gente que colabora, ya que hay socios colaboradores que realizan aportaciones económicas, así como de los ayuntamientos. En esta zona siempre se han portado bien en la medida que han podido”. Asimismo, agradecieron la cesión por un vecino del local particular que sirve para guardar la ambulancia. “Los ayuntamientos y los particulares son fundamentales”, insisten.
coordinados Las salidas de DYA son coordinadas a través de SOS Navarra, de manera que cuando es necesaria su presencia, SOS Navarra contacta con la Central de DYA en Pamplona,y de ahí a las diferentes bases. “El usuario siempre tiene que llamar al 112, de ahí se deriva”, resumen.
formación Los voluntarios de DYA llevan a cabo una intensa formación de unas 300 horas de ATA, Asistente (Auxiliar) Técnico de Ambulancia. Después, deben realizar en la central un mínimo de 10 salidas con ambulancia medicalizada y, una vez que pasan a base, llevar a cabo otras prácticas para, finalmente, obtener la titulación de ATA.
En Los Arcos, a los medios humanos que suponen sus 16 voluntarios, se suma un vehículo, una ambulancia medicalizable. Respecto al relevo, indican que “hay jóvenes que tienen ganas, lo que pasa es que es complicado, por lo que se exige a nivel europeo de titulaciones, que son caras, y además son muchas horas”. Pese a todo, los socios de DYA animaron a los jóvenes a sumarse, y también al resto de personas. “Es muy bonito”, aseguraron.