tres deportistas, un dirigente y una entidad fueron premiados la pasada semana por el Ayuntamiento de Tudela durante la tercera edición de los Galardones Deportivos de la capital ribera que tuvo lugar en el salón de actos de la Mancomunidad de la Ribera. Con este acto se quería reconocer y resaltar los valores de personas y clubes que con su esfuerzo, constancia y trabajo se han distinguido en la promoción y fomento del deporte durante las dos últimas temporadas.

Los galardones a los deportistas más destacados fueron para el veterano nadador de la Sociedad Deportiva Recreativa Arenas, el aragonés Fernando Aláez Farreres, que compite en máster y ostenta más de 20 récords de España en libres, braza, espalda y mariposa. En la actualidad todavía posee el récord del mundo de 200 metros mariposa y el de Europa de 100 mariposa, ambos en la categoría de más de 30 años. Asimismo, ostenta el récord de Europa de 200 metros mariposa en más de 35 años. En el ranking mundial de 2015 está entre los tres mejores en varias pruebas máster (de 35 a 39 años). El deportista masculino más destacado de 2015 agradeció la distinción tras asegurar que “vengo de un deporte que no está acostumbrado a estas cosas. Se agradece un premio de este tipo porque es el único incentivo que tenemos para seguir peleando por conseguir estos logros”. Aláez lo dedicó a su club, “por las facilidades que me da para entrenar”, y a su mujer por “aguantarlo todo”.

La judoka tudelana Maika Burgaleta Úcar, que hace solo tres meses se convirtió en la primera mujer navarra en lograr el cinturón negro sexto Dan, recogió el premio a la deportista más destacada de esta edición. La directora técnica del Ribera Navarra lo obtuvo tras superar un examen, lo que tiene todavía más mérito. A este logro hay que añadir el cinturón negro de plata, premio a la trayectoria de más de 20 años como docente en este deporte, que le entregó la Federación Española de Judo en una gala celebrada a finales de año. Burgaleta, que se mostró agradecida por el reconocimientos, se lo dedicó a su pareja, que no pudo acudir a la cita, a su familia y amigos y, de manera especial a sus alumnos del Ribera Navarra porque “sin vosotros nada de esto hubiera sido posible”.

EJEMPLO DE SUPERACIÓN En el apartado de galardones deportivos se premió también a la karateka María Pilar Lorón Burgaleta como la deportista, con discapacidad, más destacada. Con más de 24 años en la modalidad kyokushinkai ha tomado parte en infinidad de cursos nacionales e internacionales, en 2005 consiguió el cinturón negro, sin olvidar los cuadernos y trabajos que ha desarrollado para poder enseñar a sus compañeros. El edil Ignacio Martínez, que le entregó la distinción, leyó unas palabras en su nombre. “No me metí en las artes marciales para pegar patadas y puñetazos, más bien me adentré en ellas para mantener vivos los valores que me transmitieron mis padres, a mis hermanos y a mí: humildad, verdad, amistad y cortesía, pero, sobre todo, respeto a los demás por encima de todo”, reconoció. Concluyó pidiendo que a las nuevas generaciones se les enseñen “técnicas de combate, katas... pero, sobre todo, a que a través de esos valores sean buenas personas”.

El club de ajedrez Santa Ana fue premiado como entidad deportiva. Con más de 40 años en activo, este equipo, con jugadores de entre 6 y 72 años, está presente con su escuela en los colegios de Tudela y en el centro cívico Lestonnac con el fin de promover y fomentar la práctica de este deporte entre los jóvenes. Su presidente, Pepe Sáez Mancho, fue recogió el galardón y se lo dedicó a “todas esas personas que desde 1972, cuando se puso en marcha el club, han mantenido vivo el espíritu de compromiso por esta entidad”.

Por último, se concedió el galardón de dirigente deportivo a Javier Melero Marín, presidente del CD Lourdes de fútbol (1997-2003), que se hizo extensivo a su mujer, Rosa Mari Pérez, tesorera y secretaria en esos 6 años. Con ambos al mando, el conjunto del Barrio ascendió a Tercera por primera vez en su historia y realizó una profunda renovación de las instalaciones. Melero no acudió a la cita por motivos de salud y recogió el premio su hija Ruth, que leyó un mensaje redactado por su padre. “El Lourdes fue mucho más que un club para nosotros, hicimos amigos que todavía conservamos. Por eso me alegro especialmente de recibir el galardón que reconoce el trabajo y la ilusión de mucha gente. Espero que el Ayuntamiento siga apoyando el deporte base, a equipos modestos y a deportes minoritarios, ya que todos los deportistas tienen derecho a la ayuda y el apoyo”. Asimismo, destacó a todas las personas que le acompañaron en esos seis años en el Lourdes porque “sin ellas hubiese sido imposible conseguir lo que conseguimos. Fue una ardua lucha contra el Ayuntamiento, ya que por aquel entonces el Lourdes era como si no existiese. Logramos seguir con la labora social para la que se creó el club, duplicar los equipos de la cantera, construir el segundo campo y ascender a Tercera. En defintiva, situar a un equipo de barrio en un lugar privilegiado dentro del fútbol de la Ribera”. El CD Lourdes, de manos de José Luis Romano (directivo) y David Aguado (jugador en la etapa de Javier Melero) le entregó a Ruth una camiseta con el nombre de su padre.

CUATRO MENCIONES En la gala de entrega de los Galardones Deportivos a los mejores de las últimas dos temporadas, el Ayuntamiento de Tudela distinguió con una mención a Eroski por su apoyo al deporte de la ciudad (tiene un convenio firmado con el Consistorio tudelano para el fomento del deporte base). El gerente de la firma comercial, Javier Zamora, apuntó que “es gratificante y animo a las empresas de la ciudad y de la Ribera, dentro de sus posibilidades, a que inviertan en deporte porque te lo devuelve con creces”.

También se reconoció a las personas que pusieron en marcha hace 47 años el torneo de fútbol aficionado Trofeo de la Amistad, que congrega a más de 300 jugadores y que se disputa todos los domingos en distintos campos de Tudela y Fontellas. Recibieron la mención Agustín Castellano, Martín Sangüesa y Antonio Mangado, estos dos últimos a título póstumo.