ihabar - En pocos pueblos habrá tanto afición al teatro como en Ihabar. Y es que con 122 vecinos según el censo de 2014, cerca del 10% forman parte del grupo de teatro de este concejo de Arakil. Llegado el fin de semana anterior a las fiestas, este próximo sábado 20, hacia las diez de la noche, presentarán su último montaje. Al día siguiente habrá una segunda función, dada la respuesta de un público fiel a esta cita que saca a los vecinos de sus casas. Son noches de verano en las que algunos vecinos se acercan a la plaza con su propia silla, como se hacía antes en los pueblos cuando llegaban los comediantes.
Si bien se creó como algo puntual, el grupo de teatro pronto cumplirá 10 años. “Surgió como una necesidad del concejo. Aquel año se nos pasó solicitar una actividad del programa Correpueblos. Con el fin de que hubiera algo, Ion Barbarin se ofreció a dirigir una obra”, recuerda Kontxi Astitz, una de las veteranas del grupo, por experiencia y edad. El ofrecimiento de este actor, director y bailarín pronto tuvo respuesta y se apuntaron 20 personas. “En un pueblo muy pequeño te crea como obligación. Si estamos cuatro y no nos apuntamos todos...”, observa. “La gente se apunta a todo lo que sale. Hay ganas de hacer cosas”, añade Mª Cruz Irurtzun.
En la actualidad 16 personas conforman el grupo, varias de la misma familia. Unos son madre e hijo, otras primas, sobrinos? por lo que se repiten los apellidos. Son: Lupi Irurtzun, Jaione Astitz, Miguel Ángel Irurtzun, Mikel Jiménez, Jokin Huarte, Miren Huarte, Nerea Huarte, Miriam Erbiti, Inma Jaka, David Erbiti, Samuel Arraras, José Ramón Asiain y Alfonso Muro y Violeta además de Kontxi Astitz y Mª Cruz Irurtzun, con edades que van desde los 29 hasta los 65 años. La mayoría son de Ihabar, aunque hay dos de Uharte Arakil, otro de Irurtzun y un cuarto de Satrustegi. A lo largo de estos nueve años el grupo ha ido cambiando, con bajas y altas de personas que han pasado de espectadores a actores. De los del principio continúan aproximadamente la mitad.
ENSAYOS Un mes antes comienzan a preparar la obras con ensayos en la plaza. La primera semana es uno y la siguiente dos, ensayos que pueden incrementarse en función de la complejidad de la obra. “Cada vez saben mas y no hacen falta tantos”, asegura Ion Barbarin. “Es que cada vez nos pone menos texto”, le replican los actores. “Mi manera de trabajar ha cambiado”, bromea el director, padre de dos niños pequeños.
El buen ambiente se respira en el grupo. “El jefe se lo curra muy bien”, señala José Ramón Asiain. Lo cierto es que todos coinciden en que “estamos muy a gusto” y destacan “el ambientillo que crea en el pueblo en el verano”. Al respecto, Ion Barbarin apunta que “es un teatro social gastronómico”. Y es que la mayoría de los ensayos finalizan con una parrillada que les prepara Fermín Irurtzun. “El teatro alimenta el alma y Fermín nuestros cuerpos”, señala.
Para este año están preparando una obra que aún no tiene título. Estará guiada por un presentador poco convencional, un científico curioso que se pregunta sobre los porqués de la historia del Universo, desde su origen en el big bang hasta la actualidad, pasando por la prehistoria, la cultura egipcia, Edad Media, la industrialización y la llegada del hombre a la luna. Pero siempre desde Ihabar. “Sí, los egipcios también estuvieron aquí y Louis Armstrong tenía familia en Ihabar”, asegura Ion Barbarin. “Son una serie de esqueches cómicos”, explica ahora más en serio.
Nacido en Estella, este actor y director fue a vivir a Ihabar en 2003, localidad que ya conocía por impartir talleres de teatro. “Estábamos buscando casa y encontramos una en Ihabar. Además, nos pillaba entre Lizarra, mi pueblo, y Urnieta, el de mi pareja. Estamos encantadísimos”, observa, al tiempo que destaca que “la gente se involucra en el pueblo y se nota en el ambiente que hay”.
A lo largo de estos nueve años han representado un repertorio variado. La primera obra fue Lisístrata, de Aristófanes, clásico entre los clásicos. Después vinieron otras como Don Quijote, Asamblea de mujeres, Una aventura en la basura y El sueño de una noche de verano, entre otras. Incluso se atrevieron con un musical el pasado año, Ihabar Cabaret. En una localidad con amplios espacios abiertos, el escenario también ha ido variando, rotando por diferentes lugares como la plaza, las escaleras de la iglesia o en la fuente de abajo, según explican. También señalan que se suelen quedar pequeñas, con espectadores de diferentes pueblos del valle y otras localidades como Irurtzun, Arbizu o Lakuntza, entre otras.
El grupo recibió el pasado 25 de julio, día de valle, un homenaje por parte del Ayuntamiento de Arakil, en reconocimiento a la aportación que realizan a la cultura del valle, un homenaje que les pilló de sorpresa pero que acogieron de buen gusto, sobre todo porque era un homenaje al teatro, según señalan. De cara al próximo año, el de su décimo aniversario, adelantan que lo van a celebrar a lo grande, con sorpresa y mucho humor, como siempre.