LEITZA- Patxi Astibia, el gran aizkolari de Leitza, estrena la colección Jentilak de Xibarit Argitaletxea que pretende poner en valor los logros obtenidos los deportistas de herri kirolak y guardar su memoria para generaciones futuras. La presentación del libro será el viernes, a las 19.00 horas en el Ayuntamiento de Leitza. Al día siguiente, a la misma hora y en el frontón, se le rendirá un homenaje en el que participaran Iñaki Perurena de bertsolari, su hijo Inaxio con las piedras y otras figuras de los herri kirolak.
Lo cierto es que méritos no le faltan a Patxi Astibia, un aizkolari que brilló especialmente en una época en la que miles de personas acudían a las plazas de los pueblos para ver desafíos y también para apostar, a veces con grandes sumas en juego. Precisamente, Patxi Astibia comenzó como aizkolari por una apuesta. Además, fue el único que no perdió ninguna.
Nacido en el caserío Donmartinborda un 24 de enero de 1943, este leitzarra era el quinto de 15 hermanos. Siguiendo la senda que había marcado los mayores, comenzó a trabajar cortando árboles en el monte con 13 años. “Cuando tenía 20 años mi jefe apostó 25.000 pesetas con otro de yo le ganaba, con 16 troncos kanaerdikos de 54 pulgadas”, recuerda Patxi Astibia. “No quería ir, pero cuando me dijeron que me iban a dar de comer chuleta y pollo acepté”, apunta. Así, se estuvo preparando un mes y ganó.
A partir de entonces empezó a tomarse más en serio lo de ser aizkolari, pero siempre trabajando en el monte. “Del hacha nunca se ha podido vivir. Es un deporte caro y en el que hay que sufrir mucho”, subraya. Precisamente, un accidente laboral le obligó a retirarse con 29 años. “Es la pena que tengo, en lo mejor”, se lamenta. Así finalizó una brillante trayectoria en la que también consiguió el Campeonato de España en 1968, 1969 y 1971, además del de Euskadi en 1968.
Pero entonces el hacha se movía sobre todo en las plazas, con las apuestas, donde el de Leitza fue único. Con Ramón Latasa, el mítico aizkolari de Sunbilla, se enfrentó en varios desafíos, tanto en solitario como por parejas. Su duelo más recordado fue en 1968 en la plaza de toros de Tolosa, con 100.000 pesetas en juego que fueron para el de Leitza después de cortar cuatro troncos de 108 pulgadas con un tiempo de 61:09 por los 63:13 de Latasa, como recuerda Patxi Astibia, quien muestra una memoria prodigiosa. También un gran físico a sus 74 años, como demuestra con el hacha, afición que no ha abandonado pero a otro ritmo si no quiere tener dolores en la cintura.
Su fama traspasó el deporte y la popularidad le llegó sobre todo en 1965, cuando formó parte del equipo navarro en el programa La unión hace la fuerza, el primer gran concurso de TVE en unos años en los que solo había una cadena. La competición se basaba en pruebas intelectuales que en el caso de fallar, otro debía superar una prueba física para seguir adelante, cada vez más exigentes. Era tan popular que también le quiso conocer Franco, a quien visitó en el Palacio de Aiete junto con el alcalde de Leitza.
EL LIBRO Patxi Astibia aizkolaria forma parte de una trilogía que continuará con otros dos grandes: José Ignacio Orbegozo Arria II y Miel Mindegia, según explica Joseba Urretabizkaia, fotógrafo y editor de la colección Jentilak que arranca en Leitza, cuna de grandes deportistas. Con una cuidada edición, esta publicación recoge su bibliografía con textos del periodista Iñigo Goñi y fotografías antiguas y actuales realizadas por este fotógrafo de Tolosa. En total son 60 instantáneas a lo largo de las 70 páginas del libro, en una edición de 250 ejemplares numerados con la firma de su editor. Su precio de venta será 30 euros.