pamplona - "Creo que se recicla mejor. La única pega es el contenedor de resto, que se abre lunes, miércoles, viernes y domingo. La gente llega con la bolsa y, si está cerrado, la deja en el suelo. Hay días en que hay muchísimas", lamenta José Mari Serrano, vecino de Buenaventura Íñiguez y miembro de la Asociación de Vecinos de Azpilagaña.

Serrano reconoce que ahora recicla más. "Es diferente, parece que estás más concienciado. Separas en casa y muy bien. Habrá muchas opiniones, pero yo lo veo cómodo". Para él la tarjeta no supone inconveniente alguno. "La llevo encima siempre, igual que el carné de identidad o la de la villavesa". Le acompaña Carlos Cutrín, presidente de la Asociación de Vecinos, a quien la prueba no le ha tocado porque reside en Río Ega. "Vivo bien sin que me afecte, echar tranquilamente la basura me parece cómodo". Eso sí, reconoce que cuando el sistema se extienda "seguramente me obligará a reciclar más".

"es una pejiguera" Vicky Cerdán, vecina de Luis Morondo, piensa que el sistema "es una pejiguera, tienes que llevar la tarjeta en los dientes. Porque si bajas con intención de comprar y vas con la basura, muchas veces la tarjeta se te queda en el mueblecito. Si tienes ganas subes otra vez. Pero si no... ahí se queda la bolsa. Y con el otro contenedor, tener que andar pensando qué días tienes que bajar la basura lo veo mal. Otra incomodidad". Cerdán explica que "yo he reciclado siempre todo, cuando estaba la llave y ahora con la tarjeta", y piensa que es "una verguenza la de basura que hay alrededor de los contenedores en mi calle". Por último, Javier Gartzia opina que para las personas mayores los contenedores "son incómodos y altos, difíciles de levantar si se lleva bastón". Y también le parece "un poco lío" eso de que el contenedor de resto no se abra todos los días. - M.B.