- Con el objetivo de cuidar, atender y mantener a los animales abandonados o maltratados que aparezcan en el municipio para después buscarles una familia de acogida o adoptiva ha nacido Anifal, Asociación Protectora de Animales de Falces que está en trámites de consolidación.

La historia de esta nueva agrupación falcesina, explicaban Cristina Mendívil y Paola Armendáriz, dos de las integrantes del grupo, comenzó cuando esta última empezó a tener contacto con los animales abandonados en el municipio y decidió acercarse hasta el toril en el que los dejan para darles de comer y sacarlos a pasear. Esta actividad, que ella realizaba de manera altruista y en solitario, fue calando entre amigas y conocidas y el boca a boca hizo el resto.

Canela, una mastina, fue la que gestó este grupo: "Hicimos un grupo de WhastApp y fuimos organizándonos para cuidarla".

Fue hace apenas un año cuando decidieron dar el paso definitivo para conformarse como asociación y darle así continuidad al proyecto puesto que hasta el momento no existía ninguna agrupación similar en Falces.

En la actualidad ya forman parte del grupo unos 20 vecinos, en su mayoría jóvenes, y recientemente su proyecto de refugio para animales resultó ganador del primer proceso de presupuestos participativos con 129 votos, un apoyo que agradecían enormemente, así como el empujón que recibieron por parte del Ayuntamiento para presentar su iniciativa.

Y es que "ahora, cuando aparece un perro abandonado, se deja en el toril, junto al Pilón, pero en invierno no pueden estar allí porque hace mucho frío y la humedad es enorme y, además, cuando llegan fiestas, los animales tienen que irse de ahí y no hay plan b. Por eso la idea es habilitar un sitio fijo y adaptarlo para ello", reiteraban algunas de las integrantes del grupo.

De hecho, hace apenas unos días Junior, un perro que estuvo dos semanas y media al cuidado de este grupo de falcesinas y falcesinos, logró una familia adoptiva y, con ello, una vida mejor.

El proyecto de refugio que presentaron parte de la posibilidad de contar con un espacio ya existente porque si no, comentaban, la partida de 8.000 euros que el Ayuntamiento ha habilitado es inviable.

De momento, el primer paso, y en el que están inmersos con el Consistorio, es la búsqueda del lugar en el que ubicarse. Aunque una bajera sería el sitio adecuado, están estudiando varias posibilidades dentro del término municipal ya que, además de satisfacer las necesidades de la asociación, tiene que cumplir con la normativa vigente.

La idea es contar con dos espacios diferenciados; uno en el que quieren colocar cuatro cheniles para los perros, aunque dependerá del espacio, y otra zona que, a su vez, estará dividida en tres áreas.

Por un lado, un área con jaulas para otros animales, otra zona para guardar productos de limpieza o la comida, y otro espacio más aislado para aquellos animales que requieran de un cuidado especial. Todo ello, en principio, lo habilitarán con módulos prefabricados.

Entre sus labores, además de la alimentación y los cuidados necesarios, están los paseos de hasta 3 veces al día con los perros.

"No es ningún sacrificio, lo hacemos porque queremos y eso es lo que pedimos, que la gente que quiera venir, que lo haga porque le apetece y no pensando en que va a ser una obligación. Para nosotras es como un hobby más, elegimos invertir nuestro tiempo en el cuidado de estos animales abandonados", apuntaban.

Ahora, explican, corren con todos los gastos de sus bolsillos, por lo que, el hecho de constituirse como asociación les dará la opción de recibir como el resto de colectivos una subvención anual que destinarán a la comida, las visitas al veterinario, medicinas o cuestiones de higiene.

"Es algo que hacemos sin esfuerzo porque nos gustan los animales. Es más fácil darles una salida y una vida digna desde aquí que si se van a la perrera. Es una forma de ser más directas; de nuestro refugio, a la familia, y con este proyecto podemos profundizar mucho más en todos los aspectos", explicaban estas jóvenes.

Desde Anifal, además, una vez que se pongan en marcha, quieren intentar controlar las colonias de gatos. Para ello, tendrán que hablar con el Ayuntamiento, pero en la medida de lo posible esperan poder tomar cartas en el asunto.

Entre sus retos, además, está el hecho de visitar diferentes protectoras para ver cómo se han constituido y coger ideas de gestión y funcionamiento.

La idea es que la asociación perdure en el tiempo, que no sea una cosa de dos años; de ahí que quieran un local accesible y que hagan un llamamiento a la ciudadanía para que haya un relevo. "Todo aquel que quiera sumarse, que se ponga en contacto con nosotras. La puerta está abierta para todos", aseguraban al tiempo que recalcaban las "ganas e ilusión" con la que afrontan este reto al que irán dando difusión a través de las redes sociales.

Y es que, además, como asociación local también esperan aportar y estar presentes en otras actividades anuales que se celebran en el municipio. Por ejemplo, explicaban, podrían salir el Día del Ajo con un puesto de información o algo similar a la plaza y colaborar en los actos que celebren desde la concejalía de Medio Ambiente.

Además, de cara al futuro, quieren hacer talleres o sesiones informativas y de sensibilización con los muetes del municipio para que conozcan un poco más a fondo la labor de Anifal así como la importancia y el tiempo que requiere el cuidado de un animal para que, en un futuro, puedan interesarse por la asociación.

Desde Anifal tampoco descartan, siempre y cuando la situación vuelva a la normalidad, realizar paseos o actividades con las personas mayores de la localidad.