ació en Falces, a las cinco de la mañana del 18 de febrero de 1886, hijo de Rafaela y Francisco, y fue bautizado al día siguiente en la parroquia de la villa. Estudió Magisterio y ejerció en Elizondo, donde, pasado un siglo largo aunque lo mereciera, no se le recuerda. Sin embargo, en su estancia en el Valle de Baztan, su vida fue muy activa, agitada, e influyente.

Eladio García Martínez tuvo una actuación crucial durante la fenomenal riada de Baztan en 1913, la más trágica jamás sufrida en el valle. Perdería después a sus dos hijas pequeñas en dos días seguidos a causa de la gripe de 1918, y luego colaboró y animó, quizás de forma decisiva, a crear en Oronoz los "dos colegios formidables" promovidos por el benefactor Martín Urrutia Ezkurra.

Ganó por oposición la plaza de maestro en Elizondo (revista La Escuela Moderna, 15 de diciembre de 1909) con sueldo de 825 pesetas asignado por el Ministerio de Instrucción Pública, quizás mejorado según costumbre por la alcaldía local. Desde el primer momento centró su labor en estudiar y procurar modernizar la enseñanza, y así, entre otras acciones, publicó varios trabajos, libros y manuales de contenido pedagógico para su aplicación en la escuela.

Su trayectoria refleja su inquietud por actualizar la enseñanza según los estándares europeos. "La educación moral debe adquirirse por la experiencia y la práctica gradual del sentido crítico y de la libertad, no impuesta desde la autoridad", dirá en Pamplona en 1920 en el II Congreso de Estudios Vascos donde tuvo una actuación sobresaliente. Y sobre el Magisterio, Eladio García pide que siga (...) a otros países para formar maestros según los modelos de Alemania, Suiza e Inglaterra.

Por su capacidad y dedicación, fue becado por la Junta para Ampliación de Estudios (JAE) creada en 1907, en el marco de la Institución Libre de Enseñanza, siempre presidida por Santiago Ramón y Cajal hasta su muerte en 1934, y desmantelada en 1938 por los golpistas de la Guerra Civil. Se sustituyó por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) pero con un espíritu diametralmente opuesto: "[...] todas las herejías científicas que secaron y agostaron los cauces de nuestra genialidad nacional y nos sumieron en la atonía y la decadencia... Nuestra ciencia actual, en conexión con la que en los siglos pasados nos definió como nación e imperio, quiere ser ante todo católica", dirá su nuevo presidente José Ibáñez Martín. ?

Nombrado en 1917 inspector de Primera Enseñanza de Navarra, es becado por Eusko Ikaskuntza, Sociedad de Estudios Vascos para elaborar un estudio sobre la enseñanza en Francia y Bélgica, un año después de su primera publicación, la Cartilla de las Navas de Tolosa (Irun, 1919). Publicará además una Metodología de la Geometría, una Historia de España, La enseñanza de la Historia en la Escuela primaria (las tres con Espasa Calpe), Preparación y ejecución del trabajo escolar (Publicaciones de la Revista de Pedagogía) y el ensayo Concepción Arenal y la Educación (El Magisterio español) en el que asume ("más escuelas y menos cárceles") y aplaude los principios de tolerancia y defensa del derecho de la mujer que propugnaba la madre del feminismo español. Y aún otra, en 1934, cuando traduce al castellano a un grande de la Escuela Nueva en Francia, titulado El cálculo y la medida en el primer grado de la escuela Decroly.

Políticamente figura como miembro del partido maurista y aboga por el regeneracionismo, aunque en lo personal parece que iba por libre. Además de inspector de Navarra, también lo sería de Madrid y del Estado, pero dimitirá de los dos últimos cargos tanto con la República como con los golpistas del 36, y por ambos será expedientado e inhabilitado, para ser rehabilitado en 1941 muy al pesar del ministro de Educación, José Ibáñez Martín, un auténtico cafre.

Celebra en plena dictadura de Primo de Rivera el reconocimiento al derecho que Navarra consigue para nombrar a sus maestros, y con ocasión del multitudinario homenaje que recibe en Falces, su pueblo (en 1929, fue nombrado hijo predilecto y su nombre se dio al grupo escolar local), al marchar a Madrid a incorporarse como inspector, recordará ante la Casa Consistorial: "Ahí estampé, encaramado sobre un taburete, mi firma de protesta contra la Gamazada".

La admiración por un maestro entregado a su profesión crecerá de forma notable a raíz de la tremenda riada del 2 de junio de 1913, la mayor catástrofe que el Valle de Baztan haya sufrido nunca. En solitario y con riesgo de su vida ante la brutal acometida de las aguas que le llegaban a la rodilla, a la cintura a varios alumnos y crecían amenazantes entre el pánico y los gritos, impidió que salieran en desbandada y les empujó hasta el piso superior donde los retuvo hasta que cedió la crecida. El gesto sería reconocido como merecía, lo recogería en la revista Euskal Erria el Padre Donostia ("Merced a la sangre fría y decisión del maestro don Eladio García, se evitó una horrible hecatombe..."), igual que lo hizo prácticamente toda la prensa estatal.

Cinco años después, en plena pandemia de la mal llamada gripe española, febrero de 1918, don Eladio y su esposa Simona Serrano, sufrirán el brutal doble zarpazo de la muerte. Residían en Kuartelekoetxea, junto al yerbín, parque hoy de Baztan Ikastola, partía el entierro de su hija de 3 años cuando le avisan que su otra hija, de 5 años, acaba también de morir.

Ya en 1927, aún dará a conocer públicamente el proyecto que acometen Martín Ezcurra y Carmen Lanzagorta, al que allanó camino facilitando gestiones. Eladio García convencerá al matrimonio para construir en Oronoz los colegios de San Martín para chicos y de Nuestra Señora del Carmen, para chicas, de la mano de la Fundación Urrutia que constituirán.

Dudaban de la ubicación, al haberles sido ofertados terrenos en Bizkaia, de donde era la familia de Carmen Lanzagorta, aunque los consejos de Eladio García acabarían por convencerles. "Y después de un maduro examen y de resistir valiosos ofrecimientos para que su espléndido donativo (un millón de pesetas, "de aquellas") se concretara en otras obras, incluso fuera de Navarra, han decidido verificarlas en Oronoz de Baztan, pueblo en el que nació don Martín", escribirá. Fue padre del escritor falangista Rafael García Serrano, directo activista en el alzamiento militar de 1936. Aprobó el ingreso en la facultad de Periodismo, pero su padre le obligó a presentarse una segunda vez al no creerle suficientemente preparado. (Ejemplar).