todo el entorno amurallado de Pamplona, y muy especialmente el sector de Tejería, constituía una zona muy frecuentada por la chavalería de Pamplona, que era abundante y con pocas posibilidades de ocio. La foto nos muestra el punto en el que el baluarte de Labrit enlazaba con la muralla de Tejería, con el paredón del desaparecido convento de la Merced asomando por la izquierda. Un total de 23 personas han acudido al reclamo del fotógrafo, entre ellos, abriendo por la derecha, uno de aquellos militares desocupados que tantas veces aparecen en las fotos antiguas de Pamplona. Junto a él hay 4 niñas y 3 niños, y en el ángulo inferior izquierdo otra niña más, con dos críos pequeños. Detrás pueden verse dos hombres, vestidos con proletarios chalecos, que se asoman a una puerta junto a la que hay aparcado un carro, y desde el fondo unas mujeres nos miran curiosas, rodeadas de varias criaturas más.

aquel paisaje urbano de 1915 permanece fácilmente reconocible, aunque los cambios son numerosos y evidentes. La muralla de Tejería fue derribada en el verano de 1918, y el convento de la Merced algunos años después, en 1945, dejando al baluarte de Labrit huérfano y un tanto descontextualizado. Vemos en su sitio, eso sí, las dos puertas, alta y baja, que daban entrada a este bastión defensivo del recinto amurallado pamplonés, y al fondo la muralla de la Ronda del Obispo Barbazán.

Los que a buen seguro ya no están con nosotros son los personajes de 1915, toda vez que los más jóvenes de ellos, nacidos tal vez hacia 1910, tendrían ahora no menos de 110 años. Duele pensar en la vida dura y sacrificada que tocaría vivir a aquellas niñas, que padecerían en sus carnes todo el horror de la Guerra Civil, y que vivieron en una sociedad que les negaba derechos y posibilidades de desarrollo personal.