- Marta Tapia Mañu, psicóloga de Goizargi, opina también que la muerte sigue siendo hoy un tabú social, si bien la pandemia nos hace mirarla de frente y le ha dado un papel protagonista, “no del todo real”, matiza. “Miramos a la muerte o hablamos de ella de una manera escéptica. Son cifras, sin emoción, hablamos de ella desde la cabeza, pero tengo mis dudas de sí a nivel social se habla de ella desde la tripa o el corazón, es decir, desde la parte emocional. Sigue habiendo mucho miedo a mirar y darle su lugar”, expresa. Asegura que la muerte causa dolor en la infancia. “Hay sufrimiento emocional a raíz de un torbellino muy potente de dudas y emociones, que vienen desde la propia incomprensión de la muerte durante la infancia y del susto de los adultos a abordarla con ellos y resolver esas dudas, apunta y enumera emociones como el sentimiento de abandono, la percepción de la ausencia de una persona importante que les cuidaba y protegía y la explosión emocional de enfado, tristeza, miedo, culpa y soledad.

Desde su experiencia, manifiesta que “un cuento infantil es una herramienta perfecta para poder abordar la muerte con los niños y niñas”, con consciencia de cómo se encuentra el menor (no obligar a hablar de ella) y también el adulto; que la lectura del cuento no genere una angustia descontrolada.” La herramienta principal a la hora de hablar de la muerte o acompañar el dolor, soy yo, por lo que me tengo que mirar en primer lugar”, mantiene convencida.

El lenguaje tiene que ser claro y sencillo, añade, “siempre desde la honestidad y con naturalidad y con el cariño más profundo”. Otra cuestión fundamental que recalca la psicóloga de Goizargi es el deber de adaptarlo al momento vital del menor, y llamar a la muerte por su nombre.

A su juicio, la sociedad y el sistema educativo tienden a apartar a niños y niñas de la muerte como medida de protección, pero es consciente de que el sistema educativo da pasos para cubrir la necesidad de educar por y para la muerte. Sin embargo, tiene claro que “la sociedad es tanatofóbica, posterga la muerte y alarga todo lo posible la vida”.