- Técnicos de la sociedad de Ciencias Aranzadi exhumaron ayer en la sima de Izaurgi, situada en la muga entre Erro y Zilbeti, los restos óseos de un individuo varón que pudo haberse arrojado voluntariamente en torno al año 43, según fuentes del lugar. Facilitado el acceso a la cavidad por los espeleólogos del grupo Sakon Espeleología Taldea y ante la presencia de un posible familiar (con iniciales F.U, sería un hijo de un hermano), el equipo exhumó los huesos de una profundidad de 50 metros, donde también extrajeron otros miles de huesos faunísticos de animales que permanecían mezclados.

Se trata de un esqueleto humano muy bien representado y firme que podría corresponder con una persona llamada Venancio, que nació y vivió en la cercana borda de Juantxe. Sin embargo, aún no han logrado localizar ni el cráneo ni la mandíbula. "Por experiencia, podremos detectar fácilmente qué huesos son humanos, pero otros como los de las manos o las costillas, hay que mirarlos mejor", explicó ayer el forense Paco Etxeberria, ante la asistencia de autoridades y vecinos del valle.

Tras la extracción, los restos se trasladarán a Donostia-San Sebastián, donde se procederá a realizar una comparación de las muestras de ADN del esqueleto y del posible familiar, para tratar de cotejar una supuesta relación parentesca.

Tras la puesta en marcha por el Gobierno de Navarra en 2015 para localizar a desaparecidos y fusilados de la guerra civil y alertados por el guarda forestal Rafael Ballano, el equipo de Aranzadi procedió a realizar una visita en enero de 2016 a la sima.

La cavidad tiene una profundidad de unos 50 metros, con una caída inicial vertical de 30 metros y se encuentra en un camino forestal rodeada de bojes. Con el convencimiento de que ya habían intervenido expertos en espeleología y por la dificultad del descenso, decidieron interrumpir la exploración. Al parecer, el grupo Satorrak confesó haber descendido hace años a la sima y también se dio la circunstancia de que los grupos Akelar y Sakon les advirtieron en julio de ese mismo año de la existencia de unos huesos en el fondo de la cavidad. "Vimos claramente que algunos eran huesos de humanos y lo que hicimos fue fotografiar, sin tocar nada y avisar", reconocía Óscar Sicilia, del grupo Sakon. Así, el 6 de agosto de 2016, Aranzadi volvió a organizar una nueva visita junto con los espeleólogos en la cual verificaron el hallazgo. De ahí únicamente extrajeron unas abarcas de neumático que permanecían junto a los huesos, pero decidieron dejar todo in situ y planificar para otra ocasión una recuperación adecuada con más medios. "Como no era exactamente un asesinado, sino que podía tratarse de un suicidio, ha quedado pendiente hasta verano de este año", apostilló Etxeberria.

En principio, se creyó que podrían ser los restos de un desaparecido del 36, pero la hipótesis de que fuera el suicidio de Venancio va cobrando fuerza, especialmente por los testimonios de los vecinos de la localidad.

El vecino de Erro de 82 años Pedro Mari Murillo Echamendi recordaba ayer que en su casa siempre había escuchado esa historia y que se vinculaba con la emigración de pastores a América tras la guerra civil. "Yo era muy crío, pero teníamos bordas cerca y se decía que quiso ir a América. Entonces aquí hacía falta mucha mano de obra, los padres tenían más autoridad con los hijos y no le dejaron ir", relataba Murillo. Según su hermana Aurelia Murillo, el joven se habría arrojado con 25 años a la sima tras una discusión con algún hermano. La familia había nacido y vivido en la borda de Juantxe, propiedad de casa Zabalea muy cercana a la sima, aunque en el momento de su muerte, según explicaron ayer, la familia vivía en la venta del Puerto, en terreno de Agorreta.

El vecino de 91 años Paulino Larrea Larrea, de Erro y propietario del terreno donde se halla la sima, también alberga en su memoria recuerdos del pasadizo. "Se decía que había desaparecido y que se había tirado aquí, pero también más tarde alguno dijo que lo habían visto en Francia", expresó, añadiendo que recuerda que eran cinco hermanos.

Ahora, con los resultados de la inspección, se desvelará si los rumores eran infundados o no y, de alguna manera, se podrá por fin cerrar este capítulo familiar. "A ver lo qué sale. Desde que me avisaron he estado dispuesto a hacerme la analítica y luego habrá que darle una solución a lo que salga", concluía ayer el supuesto sobrino.

"Vimos que eran huesos humanos, así que sacamos fotos y no tocamos nada"

Miembro de Sakon Espeleología

" Se decía que quiso ir a América, pero sus padres no le dejaron ir"

Vecino de Erro