Alrededor de una treintena de personas se han concentrado esta mañana frente a las puertas de los juzgados de Tudela para recordar a Sara Pina, la joven cortesina asesinada, presuntamente, por su marido, José María Uruñuela, el pasado mes de enero. Uruñuela, asesino confeso de Sara, ha testificado esta mañana por videoconferencia, motivo por el cual la plataforma Luchamos por Sara se ha concentrado en Tudela. Junto a ellas lo ha hecho también la madre de Nagore Laffage, joven guipuzcoana asesinada hace 14 años en los sanfermines, Asun Casasola.

Desde el colectivo Luchamos por Sara han recordado que “las consecuencias de la violencia machista acompañan a las familias y a todo el entorno de la mujer asesinada toda la vida. Nos negamos a que este asesinato y los demás se desdibujen hasta acabar convirtiéndose en un número más, casi sin nombre, casi sin voz”. Por este motvio se han concentrado detrás de una pancarta en la que se podía leer “Sara no olvidamos. ¡¡Somos tu voz!!” y han hecho hincapié en que “la violencia machista se nutre del silencio, de lo que se calla para no cuestionar el sistema patriarcal que es la base de la desigualdad de las mujeres, de todas aquellas actitudes violentas a las que no se les da importancia para no poner en solfa el sistema”.

Además han recordado las recientes declaraciones de la comisaria de Pontevedra por lo que indican que “es más importante que nunca decir que solo un cambio estructural del sistema se porá comenzar a erradicar una de las mayores lacras y barbaries que vivimos todos los días”.

Junto a ellas, Casasola ha señalado la importancia de que la sociedad apoye a la familia “porque realmente se pasa mal. Van a pasar 14 años y medio del asesinato de mi hija y estos es duro de narices. Sigo empastillada y esto no se pasa. Solo tenemos el apoyo e intentar vivir como podamos. Todas las víctimas tenemos que estar unidas y apoyándonos unas a otras porque sabemos lo duro y lo injusto que es”. La madre de Nagore ha recordado que el asesino de su hija tuvo una condena de 12 años y medio, de los que 9 pasó en la cárcel “y puede estar trabajando de psicólogo donde quiera. No es justo, mi niña tenía 20 años y no es justo tan poca pena”.