- Naiara Díez volvió a la pista del polideportivo Zelandi de Altsasu el sábado para recibir un cálido homenaje en su pueblo, en el mismo lugar en el que tiró sus primeras canastas y dio sus primeros pasos como jugadora de baloncesto. Ha sido un largo camino que le llevó a ser profesional de este deporte además de ganarse el cariño y es respeto de la afición. "Es un ejemplo a seguir", apuntó Xabier Ramirez de Alda, presidente de Altsasuko Saskibaloi Taldea /Club de Baloncesto Alsasua, que aprovechó la fiesta final del club para reconocer su trayectoria, "un más que merecido homenaje". Fue tras las celebración de un torneo de 3 x 3 para los alevines y benjamines, gynkana para los y las txikis también y un 3 x 3 del mini y preinfantil.

"Fue muy bonito. Eran muchos recuerdos, volver al principio con mi gente y rodeada de niños y niñas", contaba. Al respecto, destacaba la importancia de disfrutar del baloncesto y de perseguir los sueños. "No es fácil llegar a profesional pero si trabajas y haces las cosas bien, se puede llegar".

Naiara Díez salió de Altsasu con 16 años a probar fortuna con el Ardoi, un camino con muchas satisfacciones pero también de sacrificio. Pero ahora, con 34 años, afronta con ilusión una nueva etapa. "Siempre da vértigo saber cuándo es el momento final, pero estoy feliz, es una decisión tomada muy a conciencia, muy meditada. Te das cuenta cuándo llega el final. He sido una afortunada por poder elegir cuándo tomar esta decisión", al tiempo que señala que seguirá en el mundo del baloncesto de otra manera, como entrenadora y jugadora a otro nivel.

Era el segundo homenaje que recibió Naiara Díez, después de otro en Gernika, su segunda casa. Y es que la altsasuarra ha sido y es un referente en el equipo de basket de esta localidad vizcaína, en el que jugo durante ocho temporadas, desde la Liga Femenina 2 cuando llegó hasta las puertas de los cuartos de final de la Eurocup. Lo cierto es que Naiara Díez forma parte ya la leyenda del Loitek Gernika, la capitana que continúa presente, con su camiseta con el número 6 colgada en una pared del pabellón y con la que defendió en 235 partidos. Anotó 1.137 puntos y 273 triples, su gran especialidad.