Javier Gómez Urrutia es responsable del Parque Micológico Ultzama. Biólogo y gerente de Uxama, la sociedad microcooperativa que gestiona el Parque Micológico Ultzama, da por concluida su jornada de trabajo. Ha sido uno de esos días de gran afluencia al parque de visitantes con motivo del puente de Todos los Santos. “La sequía ha traído mucha gente de otras provincias que han llenado los alojamientos de la zona. Han venido en busca de las setas que les faltan. Aquí también se acusa este otoño atípico, pero tenemos más”, constata. 

Javier refiere a las lluvias de septiembre para fijar la producción con fuerza de boletus edulis u hongo beltza “una seta muy apreciada a nivel mundial”, recalca. Añade que ha sido “el rey de la temporada”. El golpe intenso de producción hizo que a medidos de octubre se vieran obligados a limitar la afluencia. “Desde el parque se intenta contener para no masificar el monte y que no haya sobreexplotación”, argumenta. Ha sido el otoño del boletus. “Puede decirse que nos ha salvado la temporada, que está siendo muy buena en relación a la venta de permisos”, resume Gómez. Advierte que van quedando pocos, pero están atentos a lo que puedan traer las anunciadas lluvias. “Esperamos, sobre todo, que traigan otras especies, setas comestibles que no son tan conocidas, como el boletus de pie rojo, que se consume cada vez más.

Asegura Gómez que el perfil de microtutristas va en aumento, “un público agradecido que disfruta de las setas y del bosque. De Aranda de Duero (Burgos), Barcelona, Valencia, Madrid, Navarra, País Vasco...pernoctan aquí y dinamizan el sector turístico”, declara.

Cuadrillas de amigos y parejas llenan las visitas micológicas guiadas que ofrece el parque, ydice que, sobre todo, los grupos de iniciación, son mixtos. “Las mujeres se animan a aprender, tienen curiosidad por el monte, quieren conocer, saber y valorar los diferentes tipos de setas.

El hongo beltza atrae a los hombres y cada vez a más gente joven o de mediana edad” asegura al tiempo que añade que el perfil familiar es cada vez más frecuente.

“El parque ofrece visitas micológicas guiadas, formación e iniciación, y los grupos son a menudo cuadrillas de familias con hijos pequeños que vienen a buscar setas, pero también a aprender y a consultar en las visitas guiadas. Educar a los más txikis resulta agradecido” opina.

El de las consultas micológicas es el servicio estrella del parque . “La gente coge las setas y se pasa por la consulta para validar las especies, para saber si las que han recogido son comestibles. Esa actitud es nuestro consejo: si no conoces, no comas. Hay que ser prudentes”, recuerda.

VOLUMEN DE PERMISOS

La presente temporada se inició la tercera semana de septiembre, y se espera que finalice el 13 de noviembre. Durante estos dos meses, la oficina abre viernes, sábado, domingos y festivos, mientras que lunes y jueves atiende por teléfono. “La gente se saca el permiso vía internet o bien en nuestra red de colaboradores. Otro de los servicios que presta es el muestreo semanal publicado en su web cada jueves,. “Es una sección muy concurrida, orientativa y práctica para los aficionados que vienen de lejos.

La temporada de las setas comenzó la tercera semana de septiembre y durará, en principio, hasta el 13 de noviembre, “aunque es impredecible”, comenta. El Parque Micológico de Ultzama se abrió hace 15 años y de ellos Javier Gómez cuenta 13 de servicios en él. “Este ha sido sin duda el de mayor sequía de todos”, afirma. Añade que los prados están amarillos desde julio, pero que la lluvia llegó oportuna en septiembre y favoreció la aparición de boletus. “Es una seta de contraste que brotó de un suelo seco y caliente a otro frío y húmedo”, explica. Ese brote espectacular hizo que la venta de permisos se colas para en una mañana (se registraron hasta 500 intentos). “Fue caótico, la gente no podía adquirirlos por internet, y tampoco se les pudo atender correctamente en el parque.Pedimos disculpas por ello. El permiso para el día cuesta 7 euros. No se expiden más de 100 diarios. “Se trata de no pasar de los 2.000 o 2.500 permisos al año que no superen las 300 personas al día en el bosque”, concreta. Es preciso establecer un límite al día para que no se masifique el monte y la capacidad se marca en las tres pistas. “Todo lo que pasa de aquí pone en riesgo una recolección sostenible”, asevera. El equipo de Uxama vela por ello y ser responsabiliza del seguimiento de las pistas. Con la red de guías (5 personas) de visitas micológicas guiadas tratan de atender lo mejor posible a una demanda en auge. Ejercerán este control hasta 2024 según la firma de la concesión del Ayuntamiento de Ultzama, titular del proyecto público.

“En general, la gente es respetuosa, pero también hemos detectado malas prácticas, recogida compulsiva en horas no autorizadas y de setas de menor tamaño de lo permitido ( 4 cm del diámetro del sombrero). Estamos aquí para divulgar, educar y para que se cumplan las reglas”, aclara.

La memoria anual del Ayuntamiento confirmará, con toda probabilidad, las primeras impresiones de Gómez. Las sintetiza de este modo: “La temporada de 2022 ha sido la de mayor sequía de los últimos 15 años, con un brote espectacular de boletus, aumento de la venta de permisos y la evidencia del cambio climático.

A 20 GRADOS

Buen conocedor de la selva del Irati Koldo Villalba de Diego, guía de naturaleza y cultura, autónomo con 12 años en su haber al frente de Itarinatura, trabaja de guía todo el año en el norte de Navarra. Seis de ellos ha ejercido de guarda en Irati y conoce sus necesidades y problemas, ya que también ha sido juntero de Aezkoa. Sabe que es “un destino de primer orden” y se remite a las estadísticas cuando mantiene que “puentes como este son una locura”. Vio llegar el otoño en agosto, cuando robles y hayas comenzaron a tirar hojas por la sequía, “y las que quedan no cambian el color porque no hace frío”, manifiesta. En Sorogain asistimos a temperaturas nocturnas de 15 grados y de más de 20 durante el día. “Rozan el doble de lo habitual. Los mayores del lugar no han conocido nunca estas temperaturas. Esto es cambio climático.” afirma.

También en Erro ha reinado el boletus esta temporada. ”Prácticamente solo hemos visto hongo beltza, hubo un brote puntual de galanpernas aunque ahora apenas se ven, ni trompetas de la muerte, ni lengua de vaca. La gente se ha llevado cestas enteras”, declara. 

Al frente de visitas guiadas, enseña las características y diferencias de cada ejemplar, asesora sobre los que son comestibles y organiza, incluso, menús degustación (setas km0) en la zona. “Este otoño ha sido imposible”. Es el año que más producción ha conseguido localmente. Aunque la sequía ha hecho mella en algunos de ellos, resecos, con sus sombreros abiertos por falta de agua, no han dejado de salir. Lo esperable es que ahora en noviembre desciendan las temperatura, llueva, se paralice la producción y fructifiquen otras especies, como la lengua de vaca”.

Cuenta que un amplio perfil ha participado en las recolecciones: franceses, jóvenes, mayores... Seteros. En su zona, apunta, predomina el género masculino. 

Koldo llama también a la conciencia y autocontrol de esta práctica en las zonas libres.  “Tú no te puedes llevar nada de la naturaleza que no tenga consecuencias. La seta es el aparato reproductor del hongo. Si te llevas todo, el año que viene no hay reproducción. Llévate lo que necesitas; no más. No se puede esquilmar el bosque”, defiende firmemente convencido.