Augures, mercaderes y gladiadores se dejaron ver ayer domingo 11 de junio en el entorno del yacimiento de Cara, Ciudad Romana de Santacara. Y es que la localidad navarra celebraba la decimo cuarta edición del Día de Cara, una jornada festiva que busca dar a conocer los restos de la antigua ciudad romana de Cara, declarados Bien de Interés Cultural en 1993. El agradable clima animó a cientos de visitantes a acudir a la cita.

‘Ludus gladiatorius’: combate de gladiadores en el yacimiento.

La jornada comenzó, puntual, con el alimentum et vinum, una cata de vino y comida típica de la edad romana.

Continuó a las 11.00 horas con la apertura de los puestos que recreaban la vida militar en la Antigua Roma. Tanto vecinos, vecinas como visitantes pudieron aprender cómo los romanos trabajaban la cota de malla, el manejo de armas, la cerámica, incluso objetos de hueso.

Recreación de la vida militar en la Antigua Roma.

“Con un pedazo de hueso voy a intentar crear una sección cuadrada para posteriormente transformarlo en un dado: se coge la cabeza del hueso, ya que es más gruesa, se parte en secciones y con este taladro se marcan los puntos. Este era un trabajo totalmente artesanal”, explicaba Ander Madinabeitia, miembro del elenco de Cohors I Gallica, el grupo de reconstrucción histórica que se encargó de animar el día, mientras añadía que “quién hacía dados también creaba agujas, peines o decoraciones para armas. El hueso, en la Antigua Roma, se utilizaba para infinidad de trabajos. Sería nuestro equivalente al plástico”.

Visita guiada al yacimiento de Cara, Ciudad Romana.

El punto álgido de la mañana ocurrió a las 12.45 horas, cuando tuvo lugar el Ludus gladiatorius, la exibición de armas y armaduras y el combate entre gladiadores.

Multitud de actividades

El ambiente romano se vio reforzado con talleres infantiles de mosaicos y manualidades para los más pequeños, puestos de artesanía y alimentación, visitas guiadas al yacimiento Ciudad de Cara, exhibición de aves rapaces, mercado de augures, demostración de tiro con arco y espectáculos teatrales callejeros. Todas estas actividades convirtieron a Santacara en una auténtica villa romana.

Exhibición de aves rapaces.