La cuadrilla de Letrau de Lumbier ha retomado estas fiestas la iniciativa que nació en su seno en 2011 para reconocer con su Gatico de Plata la personalidad y la entrega de vecinos y vecinas en diferentes ámbitos.

Javier Pérez entrega el Gatico a Isidoro Bidondo.

Pretendían llenar de forma modesta un vacío que creían existente y en el inicio le imprimieron carácter de continuidad ejercido desde 2011 hasta 2018. En 2017 y 2019 quedó desierto y después llegó la pandemia que se llevó muchas iniciatiavas populares de esta índole.

Tras la entrega del Gatico hubo lunch y canciones.

De cara a las fiestas que hoy acaban, se reunieron para elegir la persona merecedora del Gatico 2023, y en este caso recayó por consenso en Isidoro Bidondo Esandi, vecino, personaje popular conocido más allá de los límites de Lumbier. Su carácter afable y cercano le han hecho, según expresaron en el acto de entrega, merecedor de este detalle altruista de la cuadrilla lumbierina.

“Este pequeño acto está pensado para poner en valor aquellos aspectos de la vida de las personas que homenajeamos, y creemos que pueden servir de ejemplo para que personas que se crucen las adopten e imiten”, señaló el portavoz José Mari Eguaras.

Isidoro Bidondo siguió atentamente sus palabras rodeado de su familia y de la cuadrilla formada por diez amigos y sus parejas en su local de la Cuesta de Letrau, de donde toma su nombre.

Acto seguido, Eguaras pasó a desglosar la figura de Bidondo con un guión lleno de contenido “y de un buen puñado de historias curiosas” proporcionado por el entrevistado. Aludía en primer lugar a su carácter familiar (mención especial a su padre y su madre, apoyo de sus hermanos y cariño de los sobrinos). Pero sin duda, el capítulo más largo fue el dedicado a la amistad, extendida por la geografía navarra, partiendo de su origen materno salacenco, del que siempre ha hecho gala.

Popular y muy conocido, cantarín de buena voz y memoria en las parrandas, (tiene una canción para cada momento) miembro de varias cuadrillas, atesora una larga lista de amigos y amigas de diversa condición. “Del trabajo, del pueblo y de la fiesta”, matiza. El secreto, subraya, “es muy sencillo: el respeto”. Puedo decir que en todos los pueblos en los que he estado, nunca he reñido con nadie. Eso sí, cantar... ¡todo!”. A sus valores de amistad, respeto y aceptación, sumó Eguaras, el sentimiento de pertenencia. “Siempre que sales, llevas a tu pueblo por bandera. Todos saben que eres de Lumbier”, apostilló al tiempo que aludía a expresiones del propio Bidondo, conocedor de la intrahistoria y de abundantes topónimos locales.

Su espíritu joven y libre (5/11/1955) se amolda a la realidad del momento. Las andanzas del pasado, su dilatada vida laboral ( trabajador en Argal desde los 14 años hasta su jubilación) su compromiso sindica, delegado de LAB, y municipal (concejal de Herri Batasuna en la legislatura (1991-95) son recuerdos que afloraron en el reconocimiento.

“Ahora con la huerta, el Ilumberri e internet, lleno muchos ratos y disfruto. Me encanta seguir aprendiendo, acudir a sitios donde me puedan enseñar algo más y estar al día todo lo que puedo” declaraba. Y es que si pudiera volver atrás, Isidoro seguiría estudiando, en lugar de haber comenzado a trabajar tan temprano”, afirmaba.

Además de cantar, le gusta escribir y publicar sus reflexiones. La asociación Irazarra, de personas jubiladas a la que pertenece, le publicó sus escritos durante la pandemia) La música forma también parte de sus pasiones, de todos los estilos y todos los tiempos. A su curriculum, se suma su paso por la txaranga con la caja. La edad y la salud marcan en la actualidad la actividad de sus días, con su carácter alegre y afán de superación, destacó Eguaras, recorre los caminos. “Todas nuestras experiencias se funden en nuestra personalidad. Todo lo que nos ha pasado es un ingrediente” (Malcom X) añadió. Sin duda, las experiencias de Isidoro dan para muchos relatos.

Bidondo recibió visiblemente emocionado y agradecido el Gatico de Plata (el gato en el tejado) y el agradecimiento fue recíproco. “Le damos las gracias por aceptarlo,por su actitud ante la vida, sus principios y valores y pasar así a engrosar la lista de las personas que lo han recibido, que son las que le dan prestigio a este detalle y nos ayuda a seguir con este pequeño y emotivo acto”, concluyó Eguaras.

Con el de Isidoro Bidondo, a día de hoy hay en Lumbier 9 gaticos de plata: Felipe Olleta (2011 pelota), Mariano Garcés (2012 fotografía), Eusebio Rebolé(2013 historia) Carlos Aristu y Gregorio Zozaya (2014 música)), Juanjo Goyeneche(2015, Ilumberri), Ángel Mari Valencia (2016 sanidad) Filo Fonseca(2018 mujeres). A pesar de la popularidad del personaje, el octavo gatico fue el más íntimo. La edición muy cuidada, como todas, se selló con un buen lunch y un intercambio de canciones de temas locales, en lo que constituyó un auténtico documento de patrimonio inmaterial.