A pesar de los pronósticos meteorológicos que amenazaban con lluvia, la magia de la ilusión navideña se impuso durante la esperada cabalgata de los Reyes Magos en Elizondo. A las 19:00, el frontón se convirtió en el punto de partida de este mágico recorrido, que, aunque recortado por motivos climáticos, no restó ni un ápice de emoción a la velada.

Los Reyes se acercaron al Belén viviente para entregar oro, incienso y mirra.

Con ponchos repartidos entre los participantes, la cabalgata echó a andar desde el frontón, sin pasar, en esta ocasión, por las calles Santiago y Jaime Urrutia, acortando así el recorrido habitual. Del frontón se dirigieron a la residencia Francisco Joaquín Iriarte y desde allí, a la plaza del pueblo.

Los Reyes Magos visitaron la residencia de Elizondo.

El trayecto, aunque breve, estuvo impregnado de la alegría y la emoción propias de este día gracias a la colaboración de Elizondoko gaiteroak, Elizondoko txistulariak, la banda y el grupo de acordeonistas. Los regalos, aunque protegidos con plásticos, también se pudieron ver por las calles del pueblo.

Al llegar a la plaza, vecinos y vecinas aguardaban expectantes para dar la bienvenida a Melchor, Gaspar y Baltasar. A su llegada al quiosco, Baztango Dantzariak les dedicó un aurresku mientras la lluvia comenzaba a apretar y la gente se protegía bajo sus paraguas.

Después, uno a uno, los Reyes dedicaron unas palabras a todos los presentes. Melchor, hizo un llamamiento a la paz, que es “el regalo más grande”. También recordaron a los más txikis lo importante que es cuidar de las personas mayores y Gaspar, a su vez, se mostraba contento porque en muchas cartas se habían pedido bicicletas y balones, para que los niños y niñas “jueguen en la calle con amigos y familiares y no estén todo el rato con el móvil”. Baltasar solicitó a los presentes que, de cara a facilitarles la noche de trabajo, intentasen dejarles algo de vino y de comida.

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Fotos de las Cabalgatas de Reyes Magos 2024 en Navarra DIARIO DE NOTICIAS

Al mismo tiempo, el porche del Ayuntamiento se transformó en un Belén viviente que acaparó la atención de muchos de los presentes. Además, al finalizar la cabalgata, se sortearon cestas con productos donados por los colaboradores de Elizondo y alrededores y los txikis pudieron acercarse a los Reyes.

Así pues, a pesar de las adversidades, Melchor, Gaspar y Baltasar lograron finalizar su viaje desde Oriente con gran éxito, llegando a Elizondo a tiempo y cargados de regalos, aunque también se pudiese ver algo de carbón.