La iglesia San Salvador de Sangüesa lleva cerrada al culto desde el año 2001 y gran parte de sus vecinos y vecinas no han conocido su época de mayor actividad. Es el caso del alumnado de 4º de la ESO de la asignatura de Conservación del Patrimonio Cultural del IES Sierra de Leyre: “A raíz de los debates realizados en clase comenzaron a manifestar su interés por la iglesia y su estado de conservación, ya que ellos siempre la han conocido cerrada y en malas condiciones”, explica Cristina Gil, profesora que imparte la materia. Actualmente, la iglesia presenta un estado “prácticamente de abandono” afirma Gil: “En el exterior se observan desconchones, grietas, palomas… En el interior, el coro es totalmente inestable, se trata de un problema estructural”.

De esta manera surgió el proyecto para investigar acerca del abandono y futuro de San Salvador. Para concluir con la iniciativa, ayer por la mañana celebraron una presentación en la Casa de Cultura, que calificaron de “ muy exitosa”, ya que completaron el aforo. Después, se acercaron hasta la portada de la iglesia y se sumaron más participantes.

Durante la charla, 10 alumnos y alumnas expusieron la información que habían recogido investigando sobre la historia y el arte de San Salvador. Además del trabajo de documentación, el alumnado salió un día a la calle a entrevistar a vecinos y vecinas y, para su sorpresa, la mayoría “ coinciden en que su estado actual es una pena”, explicó Gil.

La presentación sirvió para proponer nuevos posibles usos para la iglesia, como museo o centro cultural.

Tanto el alumnado como Cristina Gil subrayaron la importancia de la conservación del patrimonio cultural, ya que se trata de “una de las características de la localidad, y en caso de perderlo, perdemos historia e identidad”, afirmaron. Al hilo de este tema, señalaron que Sangüesa cuenta con un conjunto monumental de gran valor, una razón para “impulsar a la ciudadanía a vivir en su pueblo y frenar la despoblación”, argumentaron.

Varias personas se han interesado sobre la continuidad de la iniciativa, a lo que Gil ha respondido que aunque hayan sido los estudiantes los promotores, son el Ayuntamiento, el Gobierno de Navarra y el Arzobispado (dueño de la iglesia) quienes deberían intervenir de aquí en adelante. Gil valoró positivamente la implicación y el interés que mostraron sus alumnos desde un principio con el proyecto: “Ha sido una experiencia muy bonita, una actividad participativa fuera de lo habitual. Ahora que conocen mucho mejor la iglesia cada vez que pasen por delante la valorarán mucho más”, afirma la profesora.