Una reja de arado romana de más de 1.800 años encontrada en el yacimiento de Piecordero I de Cascante es “clave” para fijar la fecha del uso de otros arados hispanos que se encuentran en diversos museos. Esta pieza es la protagonista del último trabajo de investigación sobre la agricultura romana en Hispania.

Se trata de una pieza íntegramente elaborada en hierro forjado, una reja de arado, que se ha convertido en “fundamental para el estudio de la producción agrícola en Hispania, ya que permite proponer fecha para otros arados hispanos que están depositados en los museos españoles, lo que la convierte en un descubrimiento clave”, explica la arqueóloga cascantina Marta Gómara.

El yacimiento arqueológico de Piecordero I en Cascante es una villa romana que entre los siglos siglos I-III después de Cristo se dedicó a la producción de vino en el valle del río Queiles. “Este tipo de rejas de vástago se fijan al dental del arado mediante una cuña formada entre el propio dental del arado y el timón, entre los cuales se encaja la espiga o vástago de la reja” señala Ángel Santos, otro de los arqueólogos que ha realizado la investigación. Este enclave formaba parte del territorio de la ciu­dad de Cascantum, municipio de derecho latino del que hay noticia a través de Plinio y que acuñó series monetales en bronce durante el gobierno del emperador Tiberio. La investigación del yacimiento arqueológico de Piecordero I se enmarca dentro de un proyecto global para el estudio del territorio del municipio romano de Cascante centrado en los aspectos productivos y sociales de su paisaje rural. En el yacimiento arqueológico de Piecor­dero se han desarrollado investigaciones arqueológicas desde 2006, sumando hasta la ac­tualidad 17 campañas arqueológicas.

Los expertos que han realizado esta investigación y han trabajado en la campañas aseguran que el propietario o propietaria de la villa de Piecordero I sería L. Grattius por unos sellos que han aparecido en cerámicas con ese nombre, un personaje que debió formar parte de la élite de Cascan­tum, aunque a diferencia de otros casos podría ocurrir que se tratase de un liberto, un esclavo al que se le había dado la libertad.

Reproducción de un arado y el lugar que ocuparía el fragmento encontrado. Cedida

Esta reja de arado ha sido objeto de un complejo proceso de restauración para su estudio y será expuesta en junio de 2024 en la próxima Semana Romana de Cascante, cita de divulgación del patrimonio local que cumple veinte años en 2025.

Este hallazgo y su posterior restauración e interpretación han sido llevados a cabo por el Proyecto de Arqueología de Cascante, una iniciativa impulsada por la Asociación Cultural Amigos de Cascante VICUS que, desde el año 2005, se dedica al estudio de la producción agrícola en época romana en el territorio del municipio romano de Cascantum.

Según se indica en el artículo, la zona donde se encontró el arado se vio afectada por una zanja de expolio que data del año 1970 y que tiene su origen en las labores realizadas por la misión rescate, dirigidas por el párroco y el maestro de la ciudad.

El trabajo de investigación que recoge este descubrimiento titulado Reja de arado de vástago localizada en la villa romana de Piecordero I (Cascante, Navarra) ha sido publicado en el número 41 de la revista Veleia: revista de prehistoria, historia antigua, arqueología y filología clásicas de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea y está firmado por Marta Gómara Miramón, Óscar Bonilla Santander, Ángel Santos Horneros y Miriam Pérez Aranda del Proyecto de Arqueología de Cascante.

La investigación se ha realizada con fondos de la Asociación VICUS, el Ayuntamiento de Cascante (Navarra), la Fundación Fuentes Dutor (Pamplona) la Institución Príncipe de Viana del Gobierno de Navarra y el Programa Innova de Fundación Caja Navarra y Fundación “La Caixa”.