Las aulas del CIP politécnico de Estella asistieron ayer a una de las clases magistrales que la educación puede brindar. Fue la devolución de dos medallas de oro a Juan Pareja y Ramón Torres, dos de los miembros del equipo paralímpico de baloncesto español que compitieron en los juegos de Sidney del 2000 y a los que les fue retirado el galardón tras comprobarse que solo dos de los 12 componentes del equipo cumplían con los requisitos de padecer alguna discapacidad funcional. Uno de los mayores escándalos del olimpismo que también dejó víctimas entre los propios protagonistas, Juan Pareja y Ramón Torres que a pesar de cumplir con los requisitos de la competición fueron apartados de aquella medalla “histórica” que se transformó en silencio y anonimato. 

Documental de La Sexta

23 años después y tras ver el documental Anatomía de una estafa paralímpica, del equipo de Mamen Mendizabal en La Sexta, la profesora Txaro Zabalza entendió que aquel material en el que Juan Pareja aseguraba sentirse engañado por la federación, podría ser de utilidad para sus alumnos del grado medio de Atención a Personas en Situación de Dependencia. Una premonición que se convirtió en proyecto del curso y que finalmente se materializó ayer cuando Juan Pareja y Ramón Torres recibieron las medallas en el centro de formación profesional de Estella-Lizarra.

“Nos tuvimos que repartir las tareas, buscar fondos, algo en lo que se involucró toda la comunidad educativas: alumnado, profesorado y trabajadores del centro”, aseguró Zabalza.

Uno de los trabajos más difíciles fue el de contactar con Juan y Ramón que ayer no salían de su asombro todavía, al contemplar que los culpables de aquella iniciativa eran esos jóvenes estudiantes de un centro de una pequeña ciudad de Navarra, alejada de Barcelona y Valencia, donde actualmente viven. “Después de lo que nos pasó yo pensaba que la sociedad no tenía remedio, pero cuando me enteré de la iniciativa de estos chicos y chicas, me han completado el vacío que me dejó aquella medalla”, aseguró Ramón Torres (Ray), quien insistió a los alumnos en que “si habéis conseguido devolvernos la medalla es que vais a ser capaces de muchas cosas grandes”. También Juan Pareja aseguró que “ahora con esta devolución de nuestra medalla me siento con fuerzas para seguir adelante jugando al baloncesto y os animo a todos a que practiquéis cualquier deporte”. 

Y es que tras la descalificación del equipo y la retirada de las medallas, la vida de Juan y Ramón dio un vuelco. “Fueron momentos muy dolorosos que nos hicieron mucho daño”, aseguraba Ray que reconoció que perdió también el contacto con su compañero Juan. “Fue a raíz de la realización del documental que nos pusimos de nuevo en contacto.”

Junto con las profesoras Txaro Zabalza y Alejandra Alba, también se encontraba Paula Remírez que el año pasado le tocó arrancar también con esta iniciativa y que este año es la directora del servicio de Modernización e Innovación del la Formación profesional “como deportista también estoy muy ligada al mundo paralímpico y vi con mucha ilusión cómo nació esta iniciativa y es que tengo que decir que tenemos capacidades diferentes y también el derecha a ser diferentes”.

Reparar daños Txaro Zabalza destacó la importancia que en la vida tiene la reparación de los daños causados. “El ser humano comete errores todos los días y es por ello que tenemos que entender los nuestros como oportunidades de aprendizaje”, señaló la profesora del politécnico estellés. “Es importante darse cuenta de que en los errores puede haber personas que sufran y que pueden verse dañadas de por vida. Desde la infancia es importante aprender a reconocer el daño causado y de alguna manera aprender a reparar, escuchando las necesidades de cada persona”, finalizó Txaro Zabalza. 

El acto se completó con la entrega de las medallas réplicas de las paralimpiadas de Sydney realizadas por la joyería Riezu de Estella-Lizarra y entregadas por parte Diego Domblás, uno de los alumnos. También recibieron la camiseta del Oncineda que les entregó el técnico Rubén Lorente y el concejal Carlos Rubio les impuso un pañuelo festivo de Estella-Lizarra. Por su parte, la alumna Andrea Irigaray despidió a los medallistas con la frase de “todo esfuerzo tiene su recompensa”