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Vecinos del Barrio de Lourdes de Tudela piden una nueva ubicación para las ferias de fiestas de San Juan

Desde hace años se quejan del ruido y las molestias, exigen el cumplimiento de la ordenanza y denuncian que el Ayuntamiento hace "oídos sordos"

Vecinos del Barrio de Lourdes de Tudela piden una nueva ubicación para las ferias de fiestas de San JuanCedida

Vecinos de la calle Camino de Tronzaires y adyacentes en el Barrio de Lourdes de Tudela han mostrado su enfado, indignación y cansancio por las molestias que suponen la instalación de las ferias en esta vía durante las fiestas de San Juan que comienzan hoy en esta zona de Tudela. Durante años han presentado quejas, instancias y reclamaciones en el Ayuntamiento de Tudela sin que éstas hayan tenido repercusión ni se hayan tomado medidas para buscar otro emplazamiento o un sistema rotatorio para que no sean siempre los mismos vecinos quienes “paguen” con los ruidos y otras molestias. Estas mismas instancias se han repetido estos días, como cada año, y en las mismas se aportan otras ubicaciones como en las calles Camino del Rape o Calle del Paloteado, “son demasiados años soportando esto los mismos”, aseguran. En esas mismas quejas señalan que sufren “suciedad, vómitos, actos vandálicos” y “otros desperfectos” cada año en su casa de una sola planta a pie de calle. Entre las preocupaciones de los afectados se encuentra el hecho de que como viven personas de más de 90 años pueda darse la circunstancia de que necesitaran una ambulancia, “este año ese aspecto lo han mejorado pero hasta ahora no se podía pasar” afirman. “Llevamos mucho tiempo soportando las molestias, ruidos y demás inconvenientes de las fiestas de San Juan”.

Distancia del generador de la ventana de uno de los afectados (más alejado que años anteriores).

Además de las molestias de ruidos y presencia de muchas personas en los alrededores, también destacan la presencia de un grupo electrógeno a cinco metros de la casa de la calle Tronzaires número 7, lo que hace que casi durante todo el día esté funcionando. “Hemos pedido que hagan un estudio del ruido que generan y la vibración que supone para toda la casa. Queremos que ese analice otra ubicación como ha sucedido con las ferias de fiestas de Santa Ana. No están haciendo caso a la ordenanza de ruidos que ellos mismos han aprobado”, señalan.

Hace años los vecinos de estas calles recogieron firmas para pedir la retirada de las ferias y su traslado a otro lugar, “siempre la única respuesta ha sido el silencio administrativo. El único cambio es que este año el equipo de gobierno, al ver que habíamos presentado una decena de instancias han pedido a los feriantes que moderen el ruido”.

Los afectados narran cómo nunca ningún ayuntamiento ha llevado a técnicos municipales para medir el ruido y las afecciones que generaba a los vecinos y vecinas de estas calles, “esa medición es su competencia y su obligación. Somos una área residencial existente y consolidada. En menos de 100 m² la calle Tronzaires soporta 10 espectáculos entre tómbolas y atracciones, es más que evidente que es una zona acústicamente saturada. Hay casos que las viviendas de personas de 95 años de edad se encuentran a 5 metros de las ferias, con la ansiedad, intranquilidad y molestias que todo ello implica.

Vista general de las atracciones en la calle Camino Tronzaires.

Las vecinas y vecinos afectados destacaron que “estamos encantados con las ferias y las fiestas de San Juan, pero lo único que pedimos es que el Ayuntamiento las ubique en otras calles o bien que vayan rotando, que no sean siempre los mismos los afectados y durante tantos años. Lo que más duele es la desidia de los ayuntamientos que hacen oídos sordos a nuestras quejas. En las distintas áreas que les competen podían haber modificado algo antes de que se instalaran pero no han hecho nada”.

Por último recuerdan que la ordenanza señala que “serán declaradas Zonas Acústicamente Saturadas aquellas en las que, aun cuando cada actividad individualmente considerada cumpla con los niveles establecidos en esta normativa, se sobrepase en más de 10 dBA los valores límite establecidos en el artículo 9”, es decir 40 decibelios para el día y 30 para la noche en estancias y 35 y 25 para el día y la noche en los dormitorios, “nadie ha querido venir nunca a medir”, reiteran “es imposible que los ruidos, las vibraciones, el jolgorio humano a 5 metros de casa cumpla lo que dice la normativa”, concluyen.