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Semillas de cultura en Tudela

La Fundación el Castillo pone en marcha la 'Biblioteca de Semillas' en Tudela para “conservar y reproducir” la biodiversidad local y se une a las más de 20 que ya existen en toda Navarra

Semillas de cultura en TudelaFermín Pérez Nievas

En el momento en que el ser humano dejó de ser nómada para establecerse en un lugar, se pusieron los cimientos necesarios para el desarrollo de la cultura. De esa forma, cuando el ser humano empieza a cultivar la tierra es cuando comienza a desarrollarse la cultura, de ahí que las palabras cultura y cultivar tengan tanta relación y el mismo nexo, de hecho se podría decir que no hay cultura sin cultivo.

Éste es uno de los motivos por los que el Servicio de Bibliotecas de Navarra se alió con la Red de Semillas de Navarra en 2022 y pusieron en marcha el proyecto Bibliotecas de Semillas, como ha señalado Clara Flamarique, jefa de la red de Bibliotecas, al que se ha unido la de Tudela de la mano de los alumnos de la Fundación El Castillo. “La finalidad es conservar, reproducir y utilizar esas semillas tradicionales para que no se pierdan. Decidimos ponerlo en las bibliotecas porque sabemos que cultivo y cultura son parte de lo mismo y tienen el mismo origen etimológico”.

Así, han sido los alumnos del Programa de Currículo Adaptado (PCA) quienes han puesto en marcha esta iniciativa en Tudela, a la que ya estaban unidas 25 bibliotecas de toda Navarra. Un pequeño armario, fabricado también por los propios alumnos, que se ha situado a la entrada de este recinto cultural, abre una gran ventana para este “espacio comunitario dedicado al intercambio de semillas entre personas interesadas en la agricultura sostenible, la biodiversidad y la alimentación saludable”.

El programa PCA es una medida destinada al alumnado que presenta desajustes de conducta e inadaptación que interfieren en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Este programa propicia el desarrollo de las competencias básicas con el fin de alcanzar los objetivos generales de la Educación Secundaria Obligatoria. Los alumnos de la Fundación El Castillo han mostrado su ilusión por haber sido quienes pusieron en marcha esta iniciativa en Tudela que tiene como objetivo “preservar variedades tradicionales, fomentar la autosuficiencia y reforzar la conexión con nuestra tierra y nuestras raíces”. El proeycto busca tanto recibir las donaciones de las semillas que pueda aportar la gente como entregarlas a quien las quiera aplicar en sus huertos.

La Red de Semillas de Navarra, impulsora junto con las bibliotecas, es una asociación interesada en mantener “la biodiversidad agrícola y el conocimiento tradicional en nuestra zona como base para el manejo agroecológico de la huerta. Trabajamos para el fomento del uso, intercambio, resiembra y conservación de las variedades tradicionales. Nos oponemos a los transgénicos, las patentes y a la apropiación indebida del conocimiento popular agrario”.

El proyecto

Como han explicado los alumnos de esta fundación, que está ubicada a los pies del Corazón de Jesús, “nuestro proyecto surgió cuando salimos a dar un paseo por el casco antiguo. Al entrar en la Biblioteca, Teresa (la bibliotecaria) nos habló de que en Cintruénigo existe una Biblioteca de Semillas y que podríamos hacer lo mismo para Tudela”, y dicho y hecho.

La sala de lectura perdió este miércoles su silencio a manos de la difusión del cultivo, pero llevó también a un grupo de jóvenes a visitar la Biblioteca y a entablar nuevas relaciones y descubrimientos, como el de Alfredo Montes, 90 años. Cuando se inauguró este nueva caja fuerte de semillas apareció con una caja con cerca de una decena de pequeñas botes en los que había semillas de pimientos de cristal, guindillas, piperrak, calabaza o tomate feo. A eso hay que unir los de tomillo, haba, cogollo grumillo, encina, granada, calabaza o hinojo, hasta un total de 23 tipos de semillas. Montes, Hortelano Popular y Socio de Honor de la cofradía del Tomate Feo de Tudela, estuvo departiendo con los alumnos de 15 años sobre cultivos, semillas y su trabajo, “cualquier cosa que necesiten que me pregunten, yo estaré en mi huerto de Carramurillo en Traslapuente”, explicaba al responsable del grupo, Abel del Rey.

Quienes quieran hacer uso del banco de semillas debe acudir a la Biblioteca de Tudela, elegir las semillas que desea y completar una ficha con sus datos y el tipo de semilla que coge, lo que ayuda a controlar el intercambio. Una vez que ha recogido las semillas, se adquiere el compromiso de devolver algunas de las semillas que obtenga en su primera cosecha, por lo que las semillas devueltas permitirá que otras personas puedan disfrutar de este recurso y contribuirá a la biodiversidad.

En la otra cara de la moneda, quien desee donar semillas (preferentemente ecológicas o de variedades locales) y rellenar una ficha informativa en la que se señale su procedencia y origen. “Nos gustaría que fuera un espacio vivo y que, poco a poco, se vaya llenando de semillas y que vaya creciendo cada año”, decían los jóvenes durante la inauguración.

Los alumnos

Mohamed S. era uno de los alumnos de la Fundación El Castillo que ha participado en este proyecto y narraba con orgullo cómo ayuda a su padre en el huerto que tiene y cómo disfruta de las clases. “Mi padre tiene un huerto y muchas veces le ayudo, pero la verdad es que no sé mucho. No sé pero me gustaría aprender y ayudo en lo que puedo”. Mohamed se siente muy a gusto en el PCA donde “hacemos muchos proyectos. Hemos estado con los abuelitos, para conocerlos un poco, reforzar vínculos... Les alegras un poco un par de días y me ha gustado mucho, también hemos hecho otro proyecto en el que teníamos que buscar qué mejorar en el Casco Antiguo donde está el colegio”.

Más callado, Oliver, que portaba una caja llena de botes vacíos para las semillas, reconocía que “me gusta mucho lo que hacemos y los proyectos. Además no hay deberes, ni exámenes. Podemos confiar en los profesores y contarles lo que nos preocupa. Estamos muy a gusto”