Las madamas cobran vida
Murchante recuperó esta semana una figura emblemática de sus carnavales desde hace más de 100 años
“Uri uri que no me conoces”. Con este grito, las murchantinas y los murchantinos se disfrazaban durante los días de Carnaval hace más de 100 años con lo que tenían por casa y recorrían las calles de Murchante animando a la gente a su paso; eran las Madamas. La tradición apareció y desapareció en diversos períodos, pero de la mano del colectivo cultural Somos Marte y de dos murchantinas, Carmen Gracia La Ferrela (88 años) y de Menchu García Escribano (80 años), han podido rescatarlo y sacarlo de nuevo a la luz. Vicente Arriazu, gran amante del carnaval y del colectivo cultural Somos Marte (dinamizadores de la vida en la localidad ribera), se propuso este año devolverlas a la vida antes de que desaparezcan.
Para disfrazarse bastaba con coger “un balde, un pozal, una caja de cartón” o cualquier otra cosa para “ganar altura” y después había que cubrirse con una sábana, colcha, cortina “o cualquier tela grande, hacerle un nudo y atarlo a la cabeza”, explica Menchu. Los mas jóvenes se ponían cualquier tela, abrigos “o lo que pillaran, la cuestión era disfrazarse y que no te reconocieran”. Vicente Arriazu recuerda con añoranza que las Madamas se celebraban el domingo, lunes y martes de Carnaval, “se hacían ensaimadas y se iba por las casas”, pero a partir de los años 70 se perdió su esencia quedando prácticamente en el olvido.
Para la gente joven que no ha conocido lo que son las Madamas, Somos Marte compartió los videos publicados por grandes Madamas murchantinas como Carmen Gracia La Ferrela (88 años) y Menchu García Escribano (80 años), en los que muestran cómo y con qué se vestían de Madamas.
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Vicente Arriazu en su facebook rindió homenaje a grandes Madamas “que ya no están entre nosotros” pero que él recordaba como Josefina la de Santos, Maria la Malacara, la tía Catalina Irujo, los dos hermanos Ciburris Santiago y Laureano, Emiliano Malacate, Maria la Chivana, Josepe, Claudio el Camionetero, Vitico, la tía Jacoba…
La historia
“Se disfrazaban mujeres y también hombres porque al haber baile aprovechaban para estar con las mujeres”
Durante la Segunda República estaban permitidos los carnavales y había música en el Paretón. Recuerda Menchu, “se disfrazaban muchas mujeres y también muchos hombres porque como había baile aprovechaban para estar con las mujeres”. La salida de las Madamas se celebraba tres días, de domingo al martes por la tarde (al atardecer ya casi noche) “y antes o después del rosario al tocar las campanas, siempre a la misma hora, todos tenían que descubrir sus caras. La vestimenta utilizada era lo que había por casa, colchas o incluso las cortinas que se ponían en las puertas de entrada de las casas”.
Pero llegó la Guerra Civil, con su dolor, las ausencias y su tristeza y los carnavales se prohibieron. Sin embargo, en Murchante la tradición se siguió celebrando, eso sí, de forma casi clandestina. Menchu García, que nació en 1944, ya con pocos años de edad se disfrazaba con la gente “con más guasa carnavalera como Josefina la de Santos, vecina mía, con la Jacoba, luego con los vecinos: Roseles, Quitirri, Malonero, yo vivía al lado de la iglesia en una zona de mucha vida, muy alegre, junto al colegio. Había dos bandas y ensayaban allí”. En los años que estuvo prohibido el carnaval las valientes Madamas que hacían frente a la autoridad “íbamos a las casas de vecinos”. Con una mezcla de nostalgia y risa recuerda cómo “he tenido que correr porque Manuel el alguacil, nos encorría y nos refugiábamos en cualquier casa”.
Cuando la autoridad aflojó la presión, la sociedad fue cambiando y las Madamas podían volver a salir sin tantos miedos iban a las casas y “siempre nos invitaban a merendar porque era muy normal hacer ensaimadas y rosquillas para carnaval. Se iba a casa de personas que por mala salud no podían salir, entre ellos Paquico “el de la cama”, Cristóbal Jarauta (que tenía una carnicería) que estaba siempre en cama por problemas de salud. También visitábamos a familiares, vecinos… La gracia era cambiar el modo de hablar, cambiar la voz, los andares, deformar el cuerpo para que no te reconocieran”, explica.
De nuevo las Madamas desaparecieron, su fiesta decayó y casi no salía gente disfrazaba a su modo. Un grupo de personas lo retomaron con gran entusiasmo “y animábamos mucho porque lo preparábamos muy bien”. Entre aquellas mujeres se encontraban la cuadrilla Las De Siempre, compuesta por Carmen Ferrela, Petra la Bola, Rosario Caminera, la Palmi, Dolores la del Pelao, Isabel la Morena, Carmen Amancia y la Menchu. “De este grupo todavía seguimos en pie de guerra la Carmen la Ferrela y la Menchu con 88 y 80 años respectivamente y no nos perdemos ni un carnaval. Todos los años salimos en el desfile disfrazadas”.
La propuesta de Somos Marte de revitalizar la tradición de las Madamasresultó todo un éxito y recorrieron Murchante desde el Paretón hasta la casa de cultura donde finalizaron el recorrido tomando chocolate con churros. Todos esperan que este nuevo despertar de las Madamas sea el definitivo y se incorpore a la cita carnavalera.
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