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Relevo generacional en la hostelería: históricos en busca de continuidad

El Marrano, Temple y Zaldiko en la capital navarra, o la sidrería Aitona en Gerendiain, son algunos ejemplos de negocios de hostelería con solera que se anuncian en portales inmobiliarios

Relevo generacional en la hostelería: históricos en busca de continuidadIñaki Porto

Son cuatro establecimientos hosteleros históricos que por un motivo u otro buscan un nuevo capitán que se adueñe del timón. El Marrano –San Nicolás–, Temple –Curia–, Zaldiko –Santo Domingo– y la sidrería Aitona –Gerendiain– se venden o traspasan. No son los únicos, el sector se mueve. Con un simple vistazo en los portales inmobiliarios, aparecen decenas de anuncios de locales míticos como el antiguo Embrujo –a la venta, desde hace cuatro años, por 800.000 euros– o de proyectos más recientes como Avocado Gastro Café, Kimu o El Kopi Luwak.

El Temple: 900.000 euros

En 1965, Luis Fernández y Mercedes Santa Cruz fundaron el Temple en la calle Curia, se ganaron a la clientela con su comida tradicional y triunfaron con sus fritos, en especial, con el Moscovita. Sus seis hijos –Ángel, Vitori, Clara, Manuel, Carlos y Maite– les cogieron el testigo, cinco ya se han jubilado y a partir de enero de 2026 Maite, que pulula en el Temple desde los tres años, también disfrutará de un merecido descanso. “Me da mucha pena dejarlo porque los clientes me conocen desde que era una cría. Sin embargo, ha llegado el momento, así es la vida”, resume.

Por desgracia, no habrá tercera generación. Un sobrino de Maite trabaja en la barra desde hace cinco años, pero nunca se ha adentrado en los fogones. “El Temple es un sitio de buen comer. Se debe conocer la cocina”, indica. En febrero de 2024 Maite puso el local a la venta –900.000 euros– y tiene varias ofertas, pero todavía no ha cerrado ningún acuerdo y se abre a otras posibilidades como el alquiler o traspaso.

A Maite le encantaría que los nuevos propietarios conservaran la esencia gastronómica del Temple: comida casera elaborada con “productos de calidad y temporada” y los fritos. “La gente está encantada. Es una de nuestras señas de identidad”, expresa. El buque insignia es el Moscovita –lo inventaron sus padres y el nombre es un guiño a un cliente que le gustaba hablar con acento ruso–, lleva huevo, jamón serrano y queso y la clave reside en la cobertura. “Debe estar crujiente y muy bien hecha”, asegura. Los otros dos fritos estrella son la croqueta y el pimiento.

Maite cree que el Temple es un proyecto “ideal” para dos o tres socios y enumera sus puntos fuertes: el nombre, la ubicación, la plantilla –los 11 trabajadores “son parte del alma del Temple”– y la cartera de clientes: “Son muy fieles. Ahora vienen los nietos. Les da pena que me jubile y están deseando que haya relevo”, confiesa.

Fachada de la hostería del Temple, negocio ubicado en la calle Curia.

El Marrano se traspasa: 4.000 euros al mes

El Marrano, establecimiento situado en la calle San Nicolás, se traspasa en régimen de alquiler. Iker del Valle –encargado de este bar-restaurante durante los últimos 15 años– se desliga del proyecto y el negocio ya lleva dos semanas con la persiana bajada.

Jesús Azparren, propietario del Marrano desde el 2000, está buscando un nuevo emprendedor que coja las riendas de este mítico local hostelero. “Pusimos el anuncio hace una semana y ya hemos recibido cinco visitas de personas que están interesadas. El Marrano no cierra, lo coge alguien seguro”, adelanta Jesús. Sus grandes atractivos son la ubicación –San Nicolás es la calle de Pamplona con más negocios de hostelería–, la “fama e historia” del establecimiento y su infraestructura: 210 m2 distribuidos en dos pisos, 110 m2 de espacio público a pie de calle –barra, mesas y dos baños– y 100 m2 en planta baja con cocina, almacén, oficina y baño privado.

Las cinco propuestas, detalla, mantendrían la esencia gastronómica del Marrano, caracterizada por los pinchos, fritos, bocadillos, hamburguesas, platos combinados y menús del día y fin de semana. “Llevamos así un cuarto de siglo. Si funciona, ¿para qué cambiar?”, indica Jesús, que llevó personalmente el negocio desde el 2000 hasta el 2010.

Sidrería Aitona: 1 millón

Desde diciembre de 2023, la sidrería Aitona, situada en el valle de Ultzama, está a la venta por 1.100.000 euros. Su propietario, Ignacio Soraluce, quiere traspasar este negocio ubicado a las afueras de Gerendiain – pueblo a 20 kilómetros de Pamplona– para centrarse en su otro proyecto hostelero: la sidrería Behetxonea de Beruete. “Las dos son rentables, pero mi mujer y yo solo queremos llevar un local porque sino es mucho trabajo. Además, es complicado encontrar cocineros para las dos sidrerías”, lamenta.

En sus orígenes, la sidrería fue una factoría de leche, en 1988Victoriano Abad –fundador del bar El Abuelo de la Txantrea– la reconvirtió en restaurante y en 2005 Ignacio le cogió el testigo. “Había estado tres años cerrado. Se jubiló y sus hijos no siguieron”, relata. Desde entonces, el Aitona se ha caracterizado por el buen comer: menú sidrería –el chuletón es una de sus especialidades–, menú especial fin de semana –asados y pescados–, bocadillos, platos combinados, desayunos, almuerzos y cenas.

Ignacio destaca que el Aitona se ha ganado a una “clientela fiel”, se encuentra en un “lugar idílico” cerca de Pamplona, tiene “un nombre e historia” y dispone de una parcela de 3.600 m2 “perfectamente equipada”. “Es una opción ideal para compartir entre dos parejas. Así tienen más días libres”, anima Ignacio.

El Marrano lleva dos semanas con la persiana bajada.

Zaldiko: en Santo Domingo desde 1988

Hosteleros como los propietarios del asador Zaldiko, en plena cuesta de Santo Domingo de Pamplona, tienen un sentimiento encontrado. Por un lado, son conscientes de que ha llegado la jubilación, y por otro, quieren seguir con el negocio hasta que encuentren a alguien en el que confíen absolutamente para dejar en buenas manos su Zaldiko.

Ángel Molina, junto con su mujer Teyi Fuentes al frente del negocio desde el 24 de junio de 1988, hace ya 37 años, reconoce que “estamos muy a gusto aquí. Por una parte nos da pena, y tampoco queremos darle demasiada publicidad. Estamos mi mujer y yo un poco con tristeza, porque nos gusta nuestro trabajo”. “Me da mucha pena que desaparezca el Zaldiko, aunque más pronto que tarde lo tendremos que vender”, argumenta Ángel sobre este asador, el más antiguo del Casco Viejo y un referente en carne a la brasa en el centro de Pamplona. De momento, ahí siguen. “Mi mujer dice que hasta tiene pesadillas de que hemos vendido. Somos personas muy activas, y la jubilación da un poco de miedo”.

El antiguo Embrujo: una decena de visitas

En abril de 2021, Pablo Cadena y su esposa Ascen Ariztegui bajaron la persiana de El Embrujo, restaurante de comida tradicional ubicado en el Ensanche, debido a las restricciones que el Gobierno de Navarra impuso durante la pandemia. El negocio, inaugurado en 2005, carecía de terraza –la mayoría de limitaciones se establecieron en interiores– y trabajaban siete empleados.

Desde hace cuatro años, el local de la calle Pedro Calatayud637 m2, uno de los más grandes del Segundo Ensanche–, está a la venta en Idealista por 800.000 euros –se llegó a pedir un millón– y una de las inmobiliarias que comercializan el antiguo Embrujo –son varias– desvela que despierta interés. “Hemos realizado cuatro visitas, aunque no hemos recibido ninguna oferta. Todavía no ha salido nada”, apuntan desde esta inmobiliaria. El establecimiento dispone de licencia de hostelería, pero también se han acercado empresas de otros sectores como una clínica dental. En total, por el Embrujo se han acercado una decena de interesados.

Teyi Fuentes y Ángel Molina muestran una chuleta en su asador Zaldiko de la cuesta de Santo Domingo.

Al detalle

  • Tandoori. El restaurante de cocina indiaTandoori, situado en en la calle Monte Monjardín, se traspasa en Idealista por 125.000 euros y un alquiler de 1.700 euros.
  • Avocado Gastro Café. Avocado Gastro Café, local inugurado en 2021 en la avenida Carlos III que ofrece desayunos, brunch y comidas con el aguacate como seña de identidad, se traspasa en Idealista por 42.000 euros y un alquiler de 3.500 euros mensuales.
  • Le Petit Comité. Tras 12 años en la calle Monasterio de Iharte de San Juan, el chef pamplonés Juan Flamarique toma el relevo del Nuevo Casino en la Plaza del Castillo. El local del antiguo Le Petit Comité se traspasa por 175.000 euros.
  • New Beer Station. La cervecería internacional New Beer Station, ubicada en la calle Monasterio de Aberin de San Juan, se traspasa en Idealista por 150.000 euros y un alquiler de 3.000 euros al mes.
  • Sésamo. El restaurante libanés Sésamo, en la calle San Nicolás, se traspasa por 59.000 euros y un alquiler de 2.500 euros al mes. Salah Dahmani, propietario de este negocio, mantiene el local de Paulino Caballero.
  • El Kopi Luwak. En noviembre de 2021, la antigua oficina de Caja Navarra de Zizur Mayor, que llevaba varios años cerrada, se transformó en El Kopi Luwak. La cafetería, ubicada en el parque Erreniega, se vende por 575.000 euros.
  • Elarre. El restaurante Elarre, situado en el polígono Arbide de Noáin, se vende por 570.000 euros. En otro anuncio publicado en el portal Idealista se alquila por 2.500 euros al mes.
  • Kimu. El restaurante japonés Kimu, en el chaflán de la avenida Bayona y la calle Monasterio de Tulebras, está a la venta en Idealista por 550.000 euros.
  • Paddys Corner. El pub y cervecería irlandés Paddys Corner, ubicado en la plaza Yamaguchi, se traspasa por 115.000 euros y un alquiler de 2.896 euros al mes.
  • La Juana. La Juana de Mendebaldea se vende por 375.000 euros. El socio fundador, Eduardo Ruiz de Mendoza, falleció en julio.