“Ojalá me vieráis como una persona valiente, activa, trabajadora, siempre con la idea de mejorar mis conocimientos y con una gran ilusión por mi trabajo. Pero, sobre todo, quiero que me recordéis por el cariño que os he tenido”. Esta frase de la decoradora y mecenas María del Carmen Forcada preside la exposición que desde el pasado jueves y hasta el 7 de septiembre llena la Casa del Almirante, el gran regalo que esta tudelana dejó a sus vecinos y vecinas hace 18 años y hoy centro de la cultura de la ciudad.

Una mujer observa algunas de las fotografías sobre el trabajo de Forcada. Fermín Pérez Nievas

Al cumplirse el año de su fallecimiento, el legado que esta hija predilecta dejó a esta ciudad tiene tantos lados y vertientes que es difícil acotarlos. Por este motivo, la muestra refleja su vida, su actividad, su gusto y difusión del arte, sus pensamientos, sus impulsos, sus reconocimientos y tantos otros aspectos que han sido recogido por los comisarios de la misma, Belén Esparza y Pedro Salaberri. La primera, Esparza, arquitecta, se ha encargado más de la labor familiar y profesional, mientras que el pintor Salaberri ha conseguido reunir a un nutrido grupo de pintores y artistas que expusieron en la sede de la Fundación que lleva su nombre.

Uno de sus numerosos sobrinos, Samuel Forcada, recordó durante la inauguración de la exposición que cuando Mari Carmen Forcada comenzó a gestar la Casa del Almirante tenía 80 años, “a esa edad la mayor parte de las personas piensan que su viaje toca a su fin que se han consumido todas sus energías y es momento de la tranquilidad su jubilación”. Pero ése no era el talante de esta decoradora que hizo de su motivo vital una frase del jesuita padre Arrupe “no me resigno a que cuando yo muera siga el mundo como si yo no hubiera vivido”. Y así lo hizo.

Obras de algunos de los artistas a los que rajo a Tudela. Fermín Pérez Nievas

Tres partes

La muestra tiene tres partes, una primera su vida en Tudela y su pasión y obsesión por la Casa del Almirante, la segunda los eventos artísticos que potenció y divulgó y, por último, su labor principal como decoradora, una parte que ha sido la más difícil de reflejar, dado que las casas que decoraba o los negocios no solían dejar que se fotografiaran. De los más cercanos y recordados por los tudelanos se encuentran la adecuación de la Casa del Reloj en 1982 para la llegada de los Reyes (Juan Carlos y Sofía y que pasaran unas horas) y la del salón de plenos del Ayuntamiento en los años 90.

Un retrato de Mari Carmen Forcada en la exposición. Fermín Pérez Nievas

María Carmen Forcada (1920), era una mujer “valiente, activa, trabajadora, siempre cn la idea de mejorar mis conocimientos y con una gran ilusión por mi trabajo” y sobre todo, tenaz. Esa tenacidad le llevó a decidir a los 40 años que quería iniciar una vida profesional en solitario como decoradora y dejar la oficina del negocio de su padre donde trabajó durante 20 años. Así en 1961 abríó su tienda y despacho y, rápidamente, se fue haciendo un nombre en Tudela y fuera de ella. Tudela, una ciudad a la que tanto quiso y dio. En una de sus últimas intervenciones explicó que “Tudela se convirtió en hija a la que quise y cuidé como quieren los padres. Me preocupé por ella durante muchos años para intentar hacerla más agradable a sus ciudadanos, más bella, más culta y abierta al mundo. He dedicado a ello esfuerzos, sueños, preocupaciones y dinero, con el entusiasmo de quien sabe que está haciendo algo para embellecer y hacer crecer lo que tanto quiere”.

Integrantes de la Fundación, Laura Sáez, Eva Eliceche, Jesús Mari Ramírez, Alejandro Toquero, Iciar Les y Belén Esparza, con el retrado de María Carmen Forcada detrás.24205527 Fermín Pérez Nievas

Los artistas

En el ámbito artístico, en las distintas salas del edificio se pueden ver obras donadas por artistas como José María Yturralde, Rafael Trapiello, Pedro Salaberri, Koldo Sebastián, David Rodríguez Caballero, Belén Puyo, Carmelo Rebullida, Cárlos López, Antonio López, Javier Lapuente, Rafael Navarro, César Muñoz Sola, Rafael Munárriz, Fermín Jiménez Landa, Graciela Iturbide, Carlos Irijalba, Fernando Iriarte, Francisco Farreras, Miren Doiz, Rafael del Real, Miguel Bergasa, Jun Belzunegui, Elena Asins y Manuel Aramendia Zuazu.

Algunos de sus trabajos y diseños de decoración en la muestra. Fermín Pérez Nievas

Como explicó uno de sus sobrinos, María del Carmen Forcada dedicó su vida “a dar y construir” y la muestra que se puede contemplar en la Casa del Almirante trata de reflejar todo ello y devolverle parte de lo que dio y construyó en Tudela. Mujer familiar y reflexiva, era muy dada a frases y sentencias que retrataban su personalidad, “Recuerdo una frase de Benedetti, ‘después de todo, la muerte es solo un síntoma de que hubo vida’, y yo, creedme, he vivido mucho y lo he hecho intensamente”.