Llevan más de medio siglo organizándolo; con cambios de formato, de ubicación e incluso con algún que otro parón, pero el belén viviente de San Adrián continúa siendo una de las citas ineludibles en la Navidad de la Ribera Alta, un evento que requiere de mucho trabajo previo y que sale delante de la mano de un grupo de gente voluntaria, de los Quintos y de la ayuda del área de Cultura del Ayuntamiento. Este año, informan, la representación será el domingo 28 de diciembre a partir de las 19.00 horas.

Tere Losa es una de las caras visibles de la cita y asegura que están en torno a 250 personas implicadas entre figurantes y quienes montan, desmonta, aportan material y echan una mano.

De hecho, tras pasar por el Rebote y por los jardines del Ayuntamiento, el evento se trasladó al casco viejo donde aprovechan unos grandes muros para crear bonitas escenas. Ahora, con salida entre las calles Mayor y San Jerónimo, la representación es un circuito, “es más dinámico y vas caminando con la historia”, afirma.

Los puestos

Quien se acerque hasta allí podrá pasear y ver al hortelano, al carpintero, a una persona que, como novedad, hará las cañizas en directo, a los leprosos, las bailarinas con sus panderetas y lazos, el mercado en el que, de forma simulada, venderán hortalizas, joyas o hierbas, los pastores, la hoguera y el empadronamiento. También estarán la sinagoga, una panadería, la taberna, las costureras, la pescadería, los telares, tintes e hilanderas, así como las posadas. Para terminar, y ubicado en la puerta de la iglesia principal porque es el espacio más grande y en el que más gente cabe, estará el portal. Allí, cuenta Losa, mientras llegan los actores a la Adoración, se podrá disfrutar de un caldo caliente. 

Y, en cuanto a los diálogos, reitera, están grabados porque, además, van acompañados de música.

“Participa gente de todas las edades, de hecho, vamos a tener que crear escenas para darle cabida a todo el que quiere estar”, insiste. Y es que, “en San Adrián todo el mundo está por seguir con esto. Aquí, además, cuando llamas, la gente responde y va”. 

Esta semana tendrán la reunión general, la que viene se repartirán los trajes y el atrezo, y el mismo 28 decorarán todo. 

Además, y como cambio con respecto al año pasado, desvela, van a instalar una pantalla en la Anunciación “porque es un sitio pequeño, a ver qué tal queda”, y después harán rosquillas en directo, las hilanderas hilarán de verdad y el telar funcionará a pleno rendimiento. 

Gran ambiente

“Es una tradición y es importante preservarla. Es costoso, pero se hace con gusto y es, además, una forma de crear pueblo. Se genera un ambiente muy bueno, hay buen rollo y muchas ganas de ayudar y de colaborar”. 

Para quienes se animen a ir, informa Losa de que un buen sitio para aparcar es detrás del centro de salud, así como junto a la biblioteca.