El curso 1970/71 comenzaba con novedades en Baztan. En un destartalado local de la antigua Misericordia daba sus primeros pasos Baztan Ikastola, con el nombre de Centro Cultural Santiago, bajo el patrocinio legal de la Parroquia de Elizondo. Un nuevo centro escolar que la gente del lugar “no sabía muy bien lo que era”, según sus promotores. Un grupo de madres y padres promovió la creación de la ikastola para que sus hijos e hijas estudiaran en euskera, 27 alumnos y alumnas en total. Algo “impensable” hace cincuenta años, aunque ahora, prácticamente el 100 % de los niños y niñas de Baztan cursan sus estudios en euskera.

AYER Y HOY Eran otros tiempos, y crear un nuevo centro escolar, además en euskera, no fue fácil. Según relata Marcos Irigoien, uno de los fundadores, “tuvimos que trabajar mucho, el local estaba en muy malas condiciones, pero entre todos lo acondicionamos”. La creación de Baztan Ikastola fue un gran auzolan de mucha gente, de madres y padres rebosantes de ilusión que tuvieron que sobreponerse a muchas trabas, pero que poco a poco fueron haciendo camino, aprendiendo mientras andaban, ayudándose unos a otros, unidos por el compromiso.

María Elena Ezkurdia, una de las primeras alumnas de Baztan Ikastola recuerda que “al principio no teníamos ni sillas, nos sentábamos en el suelo”. Cuenta que no tenían material didáctico en euskera, y que las andereño se encargaban de preparar todo el material didáctico. También resalta la metodología, “era todo muy ameno, aprendíamos a base de juegos, teatros y canciones, algo muy novedoso, pero que daba resultado”.

La lekaroztarra Mari Carmen Goñi fue la primera andereño de la ikastola y recuerda con nostalgia los comienzos. “Yo llevaba dos años trabajando en Lezo, y un grupo de madres y padres me habló del proyecto de la ikastola. Me gustó la idea no lo dudé un instante”. Comenta que “no teníamos casi nada, apenas teníamos material, ni dinero para comprar el mobiliario, pero la implicación de las madres y los padres era muy grande, y gracias a ellos salíamos adelante”. Recuerda, incluso, que una residente de la Misericordia limpiaba la ikastola cuando terminaban las clases.

Han pasado 50 años desde entonces, y Baztan Ikastola ha cambiado mucho. Para empezar, ya no está en la antigua Misericordia, imparte sus clases en dos edificios, y también ha aumentado mucho el número de alumnos, aunque sigue manteniendo su esencia. Así lo confirma Rober Gaite, director del centro: “hoy en día Baztan Ikastola cuenta con 200 alumnos, ha crecido mucho, pero seguimos siendo una pequeña familia, una familia muy unida, donde la cercanía entre profesores y madres y padres es clave”. Lleva 10 años impartiendo clases en la ikastola, “desde el principio me sorprendió el grado de implicación de la comunidad que hay alrededor de la ikastola, las madres y los padres participan muy activamente en la educación de sus hijas e hijos, y siempre están dispuestos a ayudar para mejorar cualquier cosa que esté relacionada con la ikastola”, señala.

Miren Izeta, fue alumna de la ikastola y ahora sus hijas también estudian en ella. Es miembro de la Asociación de Padres y Madres de Baztan Ikastola, asociación que durante todo el año organiza diversas actividades. Además, participa activamente tanto en la toma de decisiones relacionadas con la educación, como por ejemplo en la mejora de las infraestructuras. “El auzolan es todo eso, y más. En lo que respecta a las infraestructuras, durante los 50 años de la ikastola, gracias al auzolan se han hecho muchas mejoras, y los últimos años también ha sido así, por ejemplo, el edificio del parque, destinado la Educación Infantil, se renovó integralmente gracias al dinero logrado en el Nafarroa Oinez de 2015, la infraestructura se adecuó a la nueva metodología. Este verano también trabajaremos en la renovación de los dos primeros cursos de Educación Infantil, con el objetivo de acondicionarlos a la nueva metodología. Hace dos años la asociación de padres madres construyó la cubierta del patio”. La implicación de las madres y de los padres es grande, y supone dedicación, algo que Izeta pone en valor, “te sientes parte del proyecto, es muy enriquecedor”.

50 ANIVERSARIO Hace un par de años que empezaron a preparar el 50º aniversario de Baztan Ikastola, pero la pandemia ha trastocado, en parte, los planes de celebración. Para el final del curso tenía prevista una comida popular donde toda la gente que ha sido parte de la ikastola pudiera reunirse. No ha podido ser, pero a pesar de las limitaciones de la pandemia, han realizado diversas actividades durante todo el curso, como una exposición fotográfica, un documental sobre la ikastola, o un CD-DVD con 11 canciones y 11 vídeos que acaban de publicar.

HISTORIA Tras los primeros pasos de Baztan ikastola en el local de la Misericordia, año tras año, con el aumento constante del alumnado, se iba ampliando un nuevo nivel o curso, hasta alcanzar el 5º de E.G.B. en 1974. A partir de ese nivel los alumnos pasaban a la Escuela Comarcal o Concentración.

En 1977-78, al construirse el Centro Comarcal en Elizondo y quedar libre el edificio del Parque, se traslada allí la Ikastola. Se comienza a ampliar el nivel de enseñanza, progresivamente, a la 2ª etapa de E.G.B., hasta llegar a 8º en el curso 80-81. Del aula única con que se había comenzado se había llegado ya a las 10, con lo que el Parque, a pesar de divisiones y subdivisiones del espacio disponible, se queda pequeño y se consigue la cesión de un nuevo edificio, la antigua escuela de Elbete, en 1979-80, junto con la vivienda anexa.

La matrícula de los cursos superiores era bastante reducida en esta época, y las pequeñas aulas, aunque con estrecheces, sirvieron durante algún curso, pero el hacinamiento del alumnado era cada vez mayor. Se plantea ya la necesidad de conseguir unos locales adecuados que permitan además la legalización de la Ikastola, y se baraja la adquisición del edificio de la monjas francesas, el alquiler del Colegio del Pilar o la construcción de un nuevo edificio.

También se plantea como solución a los problemas de espacio y de legalización la posibilidad de municipalizar la ikastola de Elizondo. El Ayuntamiento surgido de las primeras elecciones municipales de la democracia, da los pasos necesarios que culminan con la firma del convenio para la integración del Centro Cultural Santiago en la Ikastola Municipal Baztan en mayo de 1983, momento en que, a consecuencia de las nuevos comicios, cambia el color político del Ayuntamiento, comenzando con ello una época de dificultades nuevas, distintas, a las que tendría que enfrentarse la Ikastola.

La nueva Alcaldía intenta anular la municipalización, y, aunque no lo consigue, adopta una actitud unas veces pasiva y otras claramente obstruccionista frente a los problemas existentes, principalmente la falta de espacios docentes.

A finales del curso 83-84, se negocia con el MEC(Ministerio de Educación y Ciencia) y se consigue la cesión provisional de unas aulas en la Escuela Hogar, pero en septiembre, la oposición del profesorado del Centro Comarcal, hace que la Ikastola renuncie a ocupar esas aulas para evitar conflictos, y al advertirse por parte de la Inspección educativa que la cesión sería sólo por un curso y que no permitiría la legalización de la Ikastola, se ve que la solución que hay que conseguir es la que permita, mediante unos locales propios, la legalización de la Ikastola.

Comienza un período de fuertes enfrentamientos, presiones, manifestaciones, intentos de negociaciones, contactos a todos los niveles, Diputación, Ministerio de Educación, campañas de información pública, división social ante el problema de la Ikastola y la negativa del Ayuntamiento en colaborar para su solución. La situación se prolonga durante todo el curso 84-85 y comienzos del siguiente, recrudeciéndose en el último momento, llegando a presentarse denuncias contra varios padres de alumnos que desembocan en el consiguiente proceso judicial, resuelto favorablemente.

Finalmente, con la aportación del Gobierno de Navarra de una subvención de Interés Preferente para la adquisición del Colegio del Pilar, el Ayuntamiento de Baztan, a su pesar, en diciembre, acaba por comprar el inmueble que habría de solucionar de forma definitiva el problema de espacios y permitiría la legalización de la Ikastola Municipal.

Desde entonces, Baztan Ikastola cuenta con dos locales, el del parque, donde se imparte Educación Infantil, y el del Pilar, donde los alumnos y alumnas cursan en la actualidad desde primero a sexto de Primaria.