Las asociaciones de comerciantes de toda Navarra, y los más de 2.300 comercios agrupados en la federación que los representa, han querido salir a la opinión pública para rechazar la autorización para la implantación de un nuevo proyecto comercial, éste a cielo abierto, en el Valle de Egüés, en Olaz, dado a conocer esta semana por los promotores, tras recibir luz verde del Gobierno de Navarra.

El anuncio esta misma semana del nuevo proyecto de la Comarca de Pamplona, que se suma a otras noticias en los últimos meses, como el visto bueno del Ayuntamiento de Pamplona al desarrollo comercial en Azpilagaña, tiene en vilo al sector del comercio minorista, azotado por una crisis que deviene desde hace varias décadas y que se ha visto agudizada aún más por la pandemia.

La situación es preocupante para el sector, por lo que no entienden cómo desde las administraciones se siga dando autorización para nuevos desarrollos, un “modelo comercial”, además, de hace 30 años, que tanto daño hace al pequeño comercio. “El comercio está preocupado y nos dirigimos a las administraciones municipales y el Gobierno de Navarra que, de alguna manera, están facilitando estos nuevos desarrollos comerciales, porque están profundizando en ese modelo contrario al comercio urbano y de proximidad que da vida a las ciudades”, explica Carlos Albillo, gerente de la Asociación de Comercio y Servicios del Casco Antiguo.

“Se sigue como hace 20 años con ese modelo que daña al comercio urbano”

Carlos Albillo

También Mikel Cabestrero, representante de varias asociaciones de comerciantes de Navarra, pone en evidencia las incongruencias de las políticas llevadas a cabo por las administraciones, en concreto, “por el Gobierno de Navarra”, porque mientras defienden políticas de “movilidad sostenible”, permite que “se generen nuevos puntos de atracción comercial”, que obligan a coger el coche”, dice y añade que “lo de Egüés va a ser un nuevo palazo para el comercio local”.

“La desertización de los núcleos urbanos deviene de este tipo de desarrollos”

Mikel Cabestrero

Porque según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística referentes al pequeño comercio, desde 2016, es decir, en los últimos 6 años, ha habido un 10% de cierres de comercio al por menor en Navarra, pasando de 6.480 a unos 5.788. Y el número sigue descendido.

Por eso, los comerciantes de Navarra quieren poner de manifiesto su “malestar” ante las continuas noticias de futuros desarrollos de centros y parques comerciales. “Cada día somos testigos de cierres de establecimientos en nuestras calles con la pérdida que esto supone no por el cierre en sí, sino por el efecto que tiene en el debilitamiento de la oferta comercial de las distintas zonas comerciales de Navarra”. Según indican, “el modelo del comercio minorista y de proximidad”, debe de ser “un modelo a preservar, para lo cual el planeamiento urbanístico es el más importante y efectivo instrumento con el que cuentan las Administraciones Públicas competentes, en especial los Ayuntamientos y Entidades Locales competentes para el ejercicio de la competencia y potestad de planificación urbanística municipal, y en su caso territorial”.

De este modo, “las actuaciones de planificación de infraestructuras y dotaciones comerciales “que ponen en riesgo dicho modelo son uno de los mayores riesgos con los que se encuentra el sector comercial minorista de Navarra, siendo que, tal y como ha constatado el Plan Estratégico de Impulso al Comercio Minorista de Proximidad (2017-2020)”, la “desertización comercial de los núcleos urbanos” en gran parte “ha traído causa en la proliferación de instalaciones comerciales alejadas de los centros urbanos”.

POR UNA CIUDAD COMPACTA

Recuerdan así que en todos los desarrollos normativos “se apunta a la defensa de preservar un modelo de ciudad compacta, equilibrada y sostenible”, desde la Ley Foral de Comercio del año 2001 donde se habla del mantenimiento y favorecimiento del sistema de comercio minorista dentro del núcleo urbano, pasando por su modificación del año 2010 en el que se vincula la implantación de grandes establecimientos a la existencia de una determinada densidad residencial, pasando por el decreto foral 1/2017 por el que se aprueba el texto refundido de la ley foral del territorio y urbanismo que define los criterios para el desarrollo del planeamiento general municipal y que deben estar supeditados a los principios rectores de la ley de comercio, la original y su modificación de 2010 donde se habla de desarrollo sostenible y cohesionado, movilidad sostenible, integración en trama urbana, etc.

SUPERSER Y AZPILAGAÑA

Desde Comerciantes de Navarra, se indica que hay “diversos proyectos comerciales en diferente estado de planificación y gestación en la Comarca de Pamplona”. Entre ellos estarían los de la parcela de Super Ser (32.000 m2), la de Azpilagaña Sur (entre 6 y 11.000 m2), Ardoi (con inicialmente 56.000m2), Erripagaña (inicialmente 55.000 m2), avenida de Guipúzcoa, Etxabakoitz (TAV) (actualmente 105.000 m2), y ahora Valle de Egüés con más de 10.000 m2 etc”, esto cuando “la densidad comercial de centros comerciales en Navarra es de 320 m2/ 1000 habitantes, superior a la media europea de 2016”. De ellos, resultan especialmente destacables los casos del solar de Super Ser, y de la parcela de Azpilagaña Sur, a los que se une el desarrollo comercial del Valle de Egüés, ya que “en el resto de casos parece esperable un redimensionamiento respecto de la propuesta inicial”.

Por todo ello, “pedimos que de forma inmediata se impulse desde Gobierno de Navarra el desarrollo de la ley foral del comercio de Navarra (LF 17/2001) y la incorporación al ordenamiento jurídico navarro y posterior desarrollo de planes territoriales sectoriales”, de tal manera que “los usos comerciales solo y exclusivamente puedan ser una dotación complementaria al uso residencial y ello vincule a los desarrollos y planeamientos urbanísticos municipales como única garantía de mantener el equilibrio entre diferentes formatos comerciales”.

EN PAMPLONA

Superficie comercial en activo inferior a la vacía. Actualmente hay en Pamplona de una superficie comercial en activo de 412.797 m2, lo que supone una superficie aún inferior a la que se encuentra vacía (477.483 m2), es decir la tasa de ocupación de la superficie de Pamplona es inferior al 50%. Este modelo “provoca una profunda reconversión del valor comercial de los locales, aumentando el valor de la superficie comercial en la periferia al tiempo que disminuye el valor comercial del centro de la ciudad y sus barrios. El valor inmobiliario se traslada de los pequeños propietarios a grandes fondos de inversión y multinacionales”, informan.